BLOG DE RAÍZ SEFARDÍ

MATOT - LA PARASHÁ

 Esta Parashá Fue Preparada Por ABA-EYBO


PARASHAT MATOT

Números 30: 2-32: 42






CONTENIDO DE LA PARASHÁ


1)   Anulación de votos – Las Tribus de Ruben, Gad y Manashés piden herencia al oriente del Jordán

2)   La venganza de los hijos de Israel sobre los Midianitas           

3)   Las 42 estancias de los hijos  de Israel, desde la tierra de Egipto           

4)  Las fronteras de la tierra prometida           

5)  Ciudades para los Levitas en todas las tribus           

6)  Señalamiento de ciudades de acogimiento (refugio) para homicidas           

7)  Las mujeres que heredan propiedades deben casarse solo con hombres de su tribu.       

8)  Argumento de Dios con su pueblo, por haber abandonado el Judaísmo y seguir tras los dioses de piedra (Islam) y dioses de madera (la cruz).




ACERCA DE LA PARASHÁ


Matot - es la palabra hebrea para decir "tribus", es la quinta palabra, y la primera palabra distintiva en esta porción de la Torá. Matot es la porción número 42 de la Torá semanal en el ciclo anual de la lectura de la Torá y es la novena en el Libro de los Números. 


La Parashá se constituye de los capítulos de Números 30:2 - 32:42. Está compuesta por 5.652 letras hebreas, 1.484 palabras hebreas y 112 versículos, y puede ocupar alrededor de 190 líneas en un rollo de la Torá. Discute las leyes de los votos, la destrucción de las ciudades madianitas y las negociaciones de los rubenitas y gaditas para establecer tierras fuera de Israel.


Generalmente se lee en julio o a principios de agosto. El calendario lunisolar hebreo contiene hasta 55 semanas, el número exacto varía entre 50 en los años comunes y 54 o 55 en los años bisiestos. En algunos años bisiestos (por ejemplo, 2014), la parashá Matot se lee por separado. 


En la mayoría de los años (por ejemplo, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, 2024, 2025, 2026, 2027, 2028 y 2029), la parashá Matot se combina con la próxima parashá, Masei, para ayudar a alcanzar el número de lecturas semanales necesarias. 




LOS CAPÍTULOS DE LA PARASHA MATOT (30: 2-32: 42)

RESUMEN DE LA PARASHÁ MATOT ("TRIBUS…")


Sidrá 42ª de la Torá. Sidrá 9ª del sefer Bemidbar. Entre pesukim 30:2 y 32:42. Cuya Haftará se encuentra en Jeremías 1:1-2:3.


En el Capítulo / Perek 30: Se presentan las leyes y limitaciones respecto a juramentos y promesas. Se indican los diversos procedimientos para anular o cancelar un voto. Le anuncia el Eterno a Moshé su muy próximo deceso. Perek 31: el Eterno ordena salir a la guerra contra el pueblo de Midian, para limpiar el pecado abominable al que los israelitas fueron conducidos por aquellos. Como resultado de la batalla mueren los cinco reyes y todos los hombres de Midián, así como el brujo Bileam ben Beor; no habiendo ninguna baja dentro de las filas hebreas.


Moshé se enoja con los oficiales al mando, al constatar que los soldados preservaron la vida de las mujeres midianitas, ya que ellas fueron, anteriormente, las directas incitadoras del pecado de los israelitas. Por orden de el Eterno se distribuye de manera organizada el botín de guerra. Los comandantes de la guerra contra Midian, entregan una ofrenda a Moshé y Eleazar para ser entregada a el Eterno.


Perek 32: Las tribus de Gad y Reuven, propietarios de numeroso ganado, piden a Moshé para no cruzar el río Jordán, y no ingresar a la Tierra Prometida. Argumentan que esta tierra en la que se encuentran es sumamente provechoso para la crianza de sus animales, y que se beneficiarían mucho permaneciendo de este lado del río.


Moshé, en un principio, considera este pedido tan desalentador como el mensaje dado, cuarenta años antes, por los ‘exploradores’, por cuya causa los israelitas no entraron a Israel inmediatamente; por lo cual, se niega y con enojó denigra a los que hicieron el pedido.


Sin embargo, ellos respondieron que serían los primeros en ayudar a sus hermanos de Israel y que estarían presentes en la primera línea en la guerra de conquista de la Tierra, con el fin de que todos puedan obtener su parte en la Tierra Prometida. Moshé acepta el pedido de los hijos de Gad, Reuvén y media tribu de Menashé, pero, a condición de que cumplan con el trato por ellos ofrecido.





BENDICIONES PARA ANTES DE LEER LA TORÁ




בְּמִדְבַּר

LECTURA DE LA TORÁ


Parashat Matot: Números 30:2 – 32:42

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NÚMEROS CAPÍTULO 30:2-16


Y habló Moisés á los príncipes de las Matot* (las tribus) de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Eterno ha mandado: Cuando alguno hiciere “voto al Eterno”, ó hiciere juramento ligando su alma con obligación, no violará su palabra: hará conforme a todo lo que salió de su boca. Mas la mujer, cuando hiciere voto al Eterno, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su mocedad; Si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones, con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y el Eterno la perdonará, por cuanto su padre le vedó. Empero si fuere casada, e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; Si su marido la oyere, y cuando la oyere y mantuviere el silencio al respecto, los votos de ella serán confirmados, y la obligación con que ligó su alma, firme será.


Pero si cuando su marido la oyó, y le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y el Eterno lo perdonará. Mas todo voto de viuda, o de mujer repudiada, con que ésta ligare su alma, será firme. Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento, Si su marido oyó, y calló á ello, y no le vedó; entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. Mas si su marido los anuló el día que los oyó; todo lo que salió de sus labios cuanto á sus votos, y cuanto á la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y el Eterno la perdonará. Todo voto, ó todo juramento obligándose á afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará. Empero si su marido callare á ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella: las confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó. Mas si las anulare después de haberlas oído, entonces él llevará el pecado de ella. Estas son las ordenanzas que el Eterno mandó á Moisés entre el varón y su mujer, entre el padre y su hija, durante su mocedad en casa de su padre.


NÚMEROS CAPÍTULO 31:1 - 54

Y el Eterno habló a Moisés, diciendo: Haz la venganza de los hijos de Israel sobre los Midianitas; después serás recogido a tus pueblos. Entonces Moisés habló al pueblo, diciéndoles: Ármense algunos de ustedes para la guerra, e irán contra Midián, y harán la venganza del Eterno en Midián. Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaran a la guerra. Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil a punto de guerra. Y Moisés los envió a la guerra: mil por cada tribu envió: y Pinjas, hijo de Eleazar sacerdote, fue a la guerra con los santos instrumentos, con las trompetas en su mano para tocar. Y pelearon contra Midián, como el Eterno lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón. Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Midián: Evi, y Recem, y Zur, y Hur, y Reba, cinco reyes de Midián; a Bilam (Balaam) también, hijo de Beor, mataron a filo de espada.


Y llevaron cautivas los hijos de Israel las mujeres de los Midianitas, y sus chiquitos y todas sus bestias, y todos sus ganados; y arrebataron toda su hacienda. Y abrasaron con fuego todas sus ciudades, aldeas y castillos. Y tomaron todo el despojo, y toda la presa, así de hombres como de bestias. Y trajeron a Moisés, y a Eleazar el sacerdote, y a la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y la presa y los despojos, al campo en los llanos de Moab, que están junto al Jordán de Jericó.


Y salieron Moisés y Eleazar el sacerdote, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campo. Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los tribunos y centuriones que volvían de la guerra; Y les dijo Moisés: ¿Todas las mujeres las han reservado? Si fueron ellas las que tentaron a los hijos de Israel, por consejo de Bilam (Balaam), para causar prevaricación contra el Eterno en el negocio de Peor; por lo que hubo mortandad en la congregación del Eterno. Maten pues ahora todos los varones entre los niños: maten también toda mujer que haya conocido varón carnalmente. Y todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido ayuntamiento de varón, se las reservarán vivas. Y ustedes quédense fuera del campo por siete días: y todos los que hubieren matado persona, y cualquiera que hubiere tocado muerto, se purificaran al tercero y al séptimo día, ustedes y sus cautivos. Asimismo purificaran todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelos de cabra, y todo vaso de madera. Y Eleazar el sacerdote dijo á los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la Torá que el Eterno ha mandado á Moisés:


Ciertamente el oro, y la plata, metal, hierro, estaño, y plomo, Todo lo que resiste el fuego, por fuego lo harán pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse: más harán pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego. Además lavarán sus vestidos el séptimo día, y así serán limpios; y después entrarán en el campo. Y el Eterno habló á Moisés, diciendo: Toma la cuenta de la presa que se ha hecho, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y las cabezas de los padres de la congregación: Y partirás por mitad la presa entre los que pelearon, los que salieron á la guerra, y toda la congregación. Y apartaré para el Eterno el tributo de los hombres de guerra, que salieron á la guerra: de quinientos uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas: De la mitad de ellos lo tomarás; y darás á Eleazar el sacerdote la ofrenda del Eterno. Y de la mitad perteneciente á los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal; y los darás á los Levitas, que tienen la guarda del tabernáculo del Eterno. E hicieron Moisés y Eleazar el sacerdote como el Eterno mandó á Moisés. Y fué la presa, el resto de la presa que tomaron los hombres de guerra, seiscientas y setenta y cinco mil ovejas, Y setenta y dos mil bueyes, Y setenta y un mil asnos; Y en cuanto á personas, de mujeres que no habían conocido ayuntamiento de varón, en todas treinta y dos mil. Y la mitad, la parte de los que habían salido á la guerra, fué el número de trescientas treinta y siete mil y quinientas ovejas. Y el tributo para el Eterno de la ovejas, fué seiscientas setenta y cinco. Y de los bueyes, treinta y seis mil: y de ellos el tributo para el Eterno, setenta y dos. Y de los asnos, treinta mil y quinientos: y de ellos el tributo para el Eterno, setenta y uno.


Y de las personas, diez y seis mil: y de ellas el tributo para el Eterno, treinta y dos personas. Y dió Moisés el tributo, por elevada ofrenda al Eterno, á Eleazar el sacerdote, como el Eterno lo mandó á Moisés. Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido á la guerra; (La mitad para la congregación fué: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil y quinientas; Y de los bueyes, treinta y seis mil; Y de los asnos, treinta mil y quinientos; Y de las personas, diez y seis mil:) De la mitad, pues, para los hijos de Israel tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y se los dió á los Levitas, que tenían la guarda del tabernáculo del Eterno; como el Eterno lo había mandado á Moisés. Y llegaron á Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los tribunos y centuriones; Y dijeron á Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros. Por lo cual hemos ofrecido al Eterno ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, vasos de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos, y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante del Eterno. Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas. Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron al Eterno de los tribunos y centuriones, fué diez y seis mil setecientos y cincuenta siclos.


Los hombres del ejército habían pillado cada uno para sí. Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar, el oro de los tribunos y centuriones, y lo trajeron al tabernáculo del testimonio, por memoria de los hijos de Israel delante del Eterno.



NÚMEROS CAPÍTULO 32:1-42


Y Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy grande muchedumbre de ganado; los cuales viendo la tierra de Jazer y de Guilad (Galaad), les pareció el país lugar de ganado. Y vinieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron á Moisés, y á Eleazar el sacerdote, y á los príncipes de la congregación, diciendo: Atarot, y Dibón, y Jazer, y Nimra, y Heshbón, y Eleale, y Sabán, y Nebo, y Beón, La tierra que el Eterno hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado. Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, qué se dé esta tierra á tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.


Y respondió Moisés á los hijos de Gad y á los hijos de Rubén: ¿Vendrán sus hermanos á la guerra, y ustedes se quedaran aquí? ¿Y por qué previenen el ánimo de los hijos de Israel, para que no pasen á la tierra que les ha dado el Eterno? Así hicieron sus padres, cuando los envié desde Cades-barnea para que viesen la tierra. Que subieron hasta la arroyada de Escol, y después de que vieron la tierra, preocuparon el ánimo de los hijos de Israel, para que no viniesen á la tierra que el Eterno les había dado. 


Y el furor del Eterno se encendió entonces, y juró diciendo: Que no verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra por la cual juré á Abraham, Isaac, y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; Excepto Caleb, hijo de Yefuné Cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos del Eterno. Y el furor del Eterno se encendió en Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fué acabada toda aquella generación, que había hecho mal delante del Eterno. 



Y he aquí ustedes han sucedido en lugar de sus padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún á la ira del Eterno contra Israel. Si se volvieren de en pos de él, él volverá otra vez á dejarlos en el desierto, y destruirán a todo este pueblo. Entonces ellos se allegaron á él y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños; Y nosotros nos armaremos, é iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar: y nuestros niños se quedarán en ciudades fuertes á causa de los moradores del país.


No volveremos á nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad. Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad de estotra parte del Jordán al oriente. Entonces les respondió Moisés: Si lo hicieren así, si se apercibieren para ir delante del Eterno á la guerra, Y pasaren todos ustedes armados el Jordán delante del Eterno, hasta que haya echado á sus enemigos de delante de sí, Y sea el país sojuzgado delante del Eterno; luego volverán, y serán libres de culpa para con el Eterno, y para con Israel; y esta tierra será su heredad delante del Eterno. Mas si así no lo hicieren, he aquí habrán pecado con el Eterno; y saben que los alcanzará su pecado. Qué se edifiquen ciudades para sus niños, y majadas para sus ovejas, y hagan lo que ha salido de su boca.


Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén á Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado. Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados, y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Guilad (Galaad); Y tus siervos, armados todos de guerra, pasarán delante del Eterno á la guerra, de la manera que mi señor dice. 


Entonces los encomendó Moisés á Eleazar el sacerdote, y á Josué hijo de Nun, y á los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel. Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, pasaren con ustedes el Jordán, armados todos de guerra delante del Eterno, luego que el país fuere sojuzgado delante de ustedes, les daréis la tierra de Guilad (Galaad) en posesión: Mas si no pasaren armados con ustedes, entonces tendrán posesión entre ustedes en la tierra de Canaán. Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron, diciendo: Haremos lo que el Eterno ha dicho á tus siervos. Nosotros pasaremos armados delante del Eterno á la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será de esta parte del Jordán. Así les dió Moisés á los hijos de Gad y á los hijos de Rubén, y á la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey Amorrheo, y el reino de Og rey de Bashán, la tierra con sus ciudades y términos, las ciudades del país alrededor. 


Y los hijos de Gad edificaron á Dibón, y á Atarot, y á Aroer, Y á Atrot-sofan, y á Jazer, y á Jogbaa, Y á Bet -nimra, y á Bet-harán: ciudades fuertes, y también majadas para ovejas. Y los hijos de Rubén edificaron á Heshbón, y á Eleale, y á Kiriat-haim, Y á Nebo, y á Baal-meón, (mudados los nombres), y á Sibma: y pusieron nombres á las ciudades que edificaron. Y los hijos de Machîr hijo de Manasés fueron á Guilad (Galaad), y la tomaron, y echaron al Amorrheo que estaba en ella. Y Moisés dió Guilad (Galaad) á Machîr hijo de Manasés, el cual habitó en ella. También Jair hijo de Manasés fué y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair. Asimismo Noba fué y tomó a Kenat y sus aldeas, y le llamó Noba, conforme á su nombre.








MAFTIR

NUMEROS 32:41-42

También Jair hijo de Manashés fué y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot -jair.  Asimismo Noba fué y tomó á Kenat y sus aldeas, y le llamó Noba, conforme á su nombre.


BENDICIONES PARA DESPUÉS DE LEER LA TORÁ


Después de leer o estudiar la Torá hay que acostumbrarse a bendecir el Eterno (HaShem)





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LA HAFTARAT MATOT

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Jeremías 1:1 - 2:3; Yirmyahu 1:1 – 2:3


LA HAFTARÁ

La haftará de la parashá Matot es Jeremías 1: 1-2: 3. La haftará es la primera de tres lecturas de amonestación que conducen a Tisha B'Av.


Cuando la parashá Matot se combina con la parashá Masei (como lo es en 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, 2024, 2025, 2026, 2027, 2028 y 2029), la haftará es la haftará de la parashá Masei:


Para los judíos asquenazíes es: Jeremías 2: 4-28 y 3: 4. y Para los judíos sefarditas es: Jeremías 2: 4-28 y 4: 1-2.


RESUMEN

La Haftará en Jeremías 1: 1-2: 3 comienza identificando sus palabras como las de Jeremías hijo de Hilcías, un sacerdote en Anatot en la tierra de Benjamín, a quien la palabra de Dios vino en el año decimotercero del reinado de Josías. hijo de Amón como rey de Judá, en el reinado del hijo de Josías, Joakim, y hasta el undécimo año del reinado del hijo de Josías, Sedequías, cuando Jerusalén fue llevada cautiva.


La palabra de Dios vino a Jeremías para decir que antes de que Dios lo formara en el vientre, Dios lo conoció, lo santificó y lo nombró profeta de las naciones. Jeremías protestó porque no podía hablar, porque era un niño, pero Dios le dijo que no temiera, que iría a donde Dios le enviara, dijera lo que Dios le ordenara decir, y que Dios estaría con él para librarlo. Entonces Dios tocó la boca de Jeremías y dijo que Dios había puesto palabras en su boca y lo había puesto sobre las naciones para arrancar y derribar, para destruir y derrocar, para construir y plantar. Dios le preguntó a Jeremías lo que vio, él respondió que vio la vara de un almendro, y Dios dijo que lo había visto bien, porque Dios vela por que la palabra de Dios lo realice.


La palabra de Dios vino a Jeremías por segunda vez para preguntarle qué vio, él respondió que vio una olla hirviente que se inclinaba desde el norte, y Dios dijo que del norte el mal irrumpiría sobre todo Israel. Porque Dios llamaría a todos los reinos del norte para que vinieran, y pondrían sus tronos a la entrada de Jerusalén, contra sus muros y contra las ciudades de Judá. Dios pronunciaría los juicios de Dios contra Judá, ya que su pueblo había abandonado a Dios y había adorado el trabajo de sus propias manos. Dios así dirigió a Jeremías a ceñirse los lomos, levantarse y hablar al pueblo de Judá todo lo que Dios ordenó, porque Dios había hecho de Jeremías una ciudad fortificada, una columna de hierro, y paredes de bronce contra la tierra de Judá, sus gobernantes, sus sacerdotes, y su gente. Lucharían contra él, pero no prevalecerían, porque Dios estaría con él para liberarlo.


La palabra de Dios vino a Jeremías para decirle que fuera y llorara en los oídos de Jerusalén que Dios recordaba el afecto de su juventud, su amor como esposa, cómo ella siguió a Dios en el desierto. Israel era la parte sagrada de Dios y las primicias de Dios, y todo lo que devoraba a Israel sería considerado culpable y el mal vendría sobre ellos.


CONEXIÓN AL SÁBADO ESPECIAL

La primera de tres lecturas de admonición previas a Tishá Be Av, la haftará amonesta a Judá e Israel en Jeremías 1: 13-19. Y luego en Jeremías 2: 1-3, la haftará concluye con consuelo. La Guemará enseñó que Jeremías escribió el libro de Lamentaciones, y cuando los judíos leyeron Lamentaciones sobre Tishá Be Av, esto probablemente explica por qué una selección de Jeremías comienza la serie de Haftarot de admonición.




BENDICIÓN PARA LA HAFTARÁ

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Antes de leer la Haftará también, el lector o el estudiante ha de decir esta bendición:




LECTURA DE LA HAFTARÁ
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La Haftará para la Parashá De Pinjás está en Jeremías 1:1 - 2:3 


(Yirmyahu 1:1 - 2: 3)


1 Las palabras de Jeremías hijo de Jilkías (Hilcías), uno de los Cohaním (sacerdotes Levitas) que estaban en Anathoth, en tierra de Benjamín. 2 La palabra del Eterno que vino á él en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año décimotercio de su reinado. 3 Eso sucedió igualmente en los días de Yehoakim (Joaquín) hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año undécimo de Sedechîas hijo de Josías, rey de Judá, hasta la cautividad de Jerusalem en el mes quinto. 4 Vino pues palabra del Eterno á mí, diciendo:  5 Antes de que yo te formara en el vientre te conocí, y antes que tú salieras de la matriz te santifiqué (te aparté para mí), te dí por profeta á las naciones.  6 Pero yo le dije: ¡Ay! ¡ay Señor oh Eterno! Si yo no sé ni hablar, ya que soy solo un muchacho.

7 Y me dijo el Eterno: No digas, soy solo un muchacho; porque á todo aquel a quien yo te enviaré irás tú, y le dirás todo lo que Yo te mandaré. 8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice el Eterno. 8 Y extendió el Eterno su mano, y tocó mi boca; y me dijo el Eterno: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.  9 Mira que te he puesto en este día sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para destruir, y para arruinar y para derribar, y para edificar y para plantar. 10 Y la palabra del Eterno vino á mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y yo le dije: Yo veo una vara de almendro.

11 Y me dijo el Eterno: has visto lo correcto; porque yo estoy acechando mi palabra para cumplirla.  12 Y vino á mí palabra del Eterno una segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y le dije: Yo veo una olla que hierve; y su haz está de la parte del norte. 13 Y me dijo el Eterno: Del norte se desatará el mal sobre todos los moradores de la tierra.  14 Porque he aquí que yo convoco todas las familias de los reinos del norte, dice el Eterno; y vendrán, y pondrá cada uno su asiento á la entrada de las puertas de Jerusalem, y junto á todos sus muros en derredor, y en todas las ciudades de Judá.

15 Y á causa de toda su malicia, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, Y quemaron incenso á dioses extraños, y á cosas hecha a manos se arrodillaron. 16 Tú pues, ciñe tus lomos, y te levantarás, y les hablarás todo lo que te mandaré: no temas delante de ellos, porque no te haga yo quebrantar delante de ellos. 17 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortalecida, y como columna de hierro, y como muro de bronce sobre toda la tierra, á los reyes de Judá, á sus príncipes, á sus Cohaním (sacerdotes levitas), y al pueblo de la tierra. 18 Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice el Eterno, para librarte.


1 Y vino á mí palabra del Eterno, diciendo:  2 Anda, y clama á los oídos de Jerusalem, diciendo: Así dice el Eterno: me he acordado de ti, de la misericordia de tu mocedad, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. 3 Santidad era Israel al Eterno, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran pecarán; mal vendrá sobre ellos, dice el Eterno.


BENDICIÓN PARA DESPUÉS DE LA HAFTARÁ

Después de leer la Haftará, el lector o estudiante de la Haftará debe recitar la siguiente bendición:




En Hebreo

¡Barúj Atáh Adonai (Eterno), Eloheinu Meléj Ha-Olám, Tsur Kol Ha-Olamím Tsadík VeKól Ha-dorot Ha-Él Ha-ne’emán Ha-Omer Ve-osé Ha-medaber U-Makiyem Shekol Devarav Emét Ve-Tsedék Ne’emán Atáh Adonai (Eterno) Eloheinu Ve-ne’enamím Devareja Ve-Davar Ejád Mi-devareija Ajor Yashuv Reikam Ki El Meléj Ne’eman Ve-Rajamán Atáh! ¡Barúj Atáh Adonai (Eterno) Ha-Él Ha-ne’eman VeKol Devarav!

En Español

¡Tú Adonai (Eterno), eres el Elohim Nuestro, el Rey del Universo, la Roca de las eternidades, el Justo en todas las generaciones, el Elohim (D.ios) Fiel, que Dice y Hace, que Habla y Cumple, Cuyas Palabras son Verdaderas. Fiel eres Tú Adonai (Eterno) nuestro Elohim y Tus Palabras son Fieles. Ni una sola de Tus Palabras se vuelve sin cumplirse, porque Tú, oh Elohim, Eres Rey Fiel y Compasivo! ¡Bendito Eres Tú, Adonai (Eterno, Eloha que Eres Fiel en todas Tus Palabras!


Cuestionario preparado en las Instituciones de Ohr Somayaj en Jerusalem, Israel.


Todas las referencias son a los versos y al comentario de Rashi, a menos que se indique lo contrario.


PARASHAT MATOT

1 ¿Por qué Pinjas no era originalmente un Kohen? Números 25:13 - La Kehuna fue entregado a Aarón y sus hijos, y a sus descendientes que nacieron después de ser ungidos. Pinjas nació antes de la unción.


20 ¿Para quién se ofrecían los corderos en Sukot? Números 29:18 - Para el pueblo judío.





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H’ Ehad



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        ה' אחד





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