BLOG DE RAÍZ SEFARDÍ

COMENTARIO SOBRE LA SIDRA DE VAYETZÉ


SOBRE LA SIDRA DE VAYETZÉ

LA FUGA DE YAACOV HACIA JARÁN Y SU SUEÑO EN BEITEL

La Torá sigue con su narrativa sobre la salida de Yaacov que había comenzado en el versículo 5, la historia se había interrumpido para agregar entre paréntesis el nuevo matrimonio de Esav al darse cuenta del disgusto de su padre acerca de las mujeres Jititas de Canaán que el había tomado por esposas.

10-22 La huida de Yaacov y su visión en el monte Moriá, Yaacov dejó a sus padres para iniciar un exilio que sin saberlo en aquel momento de su salida duraría 20 años en la casa de tío Labán, un estafador inescrupuloso, y quien, tal como se afirma en la Hagadá de Pésaj trató de erradicar al pueblo judío según deducen los Sabios a partir de la cronoiogia de aquel periodo, antes de dirigirse a Jarán, Yaacov pasó catorce años en la academia de Shem y Eber Sin duda. un hormbre de la estatura espiritual de Yaacov no necesitaba mas años estudio para transformarse en un erudito. Se dirigio alli por un motivo completamente diferente.

Rabí Yaacov Kamenetzky explicó que los primeros sesenta y tres años de su vida, Yaacov estudio Torá con su padre, en un ambiente completamente aislado de la corrupción de Canaán. Ahora iba a tener que residir en Jarán, rodeado de personas deshonestas como Labán. A fin de sobrevivir espiritualmente en semejante ambiente, Yaacov necesitaba la Torá de Shem y Eber, porque ellos tambien se habian visto forzados a hacer frente a una sociedad sarcástica y cruel.

Shem había vivido en la generación del Diluvio y Eber habia vivido junto a aquellos que erigieron la Torre de Babel. Los catorce años que Yaacov pasó bajo la tutela de ellos fueron los que le dieron las herramientas necesarias para salir sano Salvo, en términos espirituales, de su exilio personal. Esa Su preparación para la rigurosa prueba a la que habría de someterse. Luego, Dios lo preparó aun más a través de la visión de los ángeles y la promesa Divina con que se inicia nuestra Sidra. La promesa de Dios fue lo que lo preservó intacto, pero fueron sus propios esfuerzos los que le valieron la profecía.

10. Va Yetzé Yaacov – Pues salió Yaacov de Beer Sheva. Para los efectos de la narración, habría bastado con decir solamente que Yaacov se dirigió a Jarán. Por eso los Sabios deducen que la salida de Yaacov de Beer Sheva tuvo en sí una gran significación: "Cuando un justo abandona un lugar, deja un vacío. Mientras ese justo vive en la ciudad, él constituye la gloria de la ciudad, su esplendor y su belleza; cuando se va de ella, la gloria, el esplendor y la belleza se van junto con él" (Rashi).

11. Ba Makom Hahu - Se encontró con el lugar. El lugar era el monte Moriá, donde Abraham ató a Yitzjak sobre el altar donde en el futuro se erigiría el Templo Sagrado. Los Sabios interpretan aquí el término “Va Yifgá”, que suele traducirse como "se encontró con...", usando una acepción mucho menos frecuente: oró. Por ello, el primer encuentro de Yaacov no fue con un sitio geográfico, sino con Dios. Dado que el versículo afirma que esto tuvo lugar inmediatamente antes de irse a dormir, los Sabios le atribuyen a Yaacov la institución de la plegaria de “Arvit”, la plegaria nocturna (La tercera plegaria Judía del día) (Rashi).

Va Yikaj Me Avnéi - Tomó de las piedras. En términos del Midrash, los Sabios interpretan que Yaacov tomó varias piedras. Estas comenzaron a pelearse al afirmar cada una: "Sobre mi este Tzadik (este justo) apoyará la cabeza". Entonces. Dios las fusionó a todas, transformándolas en una sola piedra. Es por eso que el versículo 18 dice: u /el) tomó la piedra, en singular (Rashi).

El concepto de piedras que "pelean" también se interpreta como una lección moral para el hombre. En una situación similar, los seres humanos ciertamente pugnarían por el honor de servir a una persona de tal grandeza. Los Sabios nos enseñan que las piedras simbolizaban a la nación que Yaacov muy pronto habría de fundar. Se trataba de doce piedras que se fusionaron en una sola y que representaban a las doce tribus cada una con sus propias características y con una misión propia, pero que se unieron para conformar un solo pueblo.

12. El simbolismo del sueño de Yaacov. Los sueños mencionados en la Torá constituyen medios de profecía; de otro modo, la Torá -que hace uso de las palabras con suma moderación- no se ocuparía de ellos. El sueño de Yaacov en el monte Moriá simbolizaba el futuro del pueblo judío y la capacidad que posee el hombre de conectarse con el plan maestro de Dios. Entre las múltiples interpretaciones de este sueño, mencionaremos las siguientes:

El Sulám y el Monte Sinaí - La escalera hace alusión al Sinaí, ya que las palabras Sulám y Sinaí tienen el mismo valor numérico: 130.

Los ángeles representan a Moshé y Aharón; y Dios estaba en el extremo superior de la escalera así como estuvo en la cima del Sinaí para entregar la Torá (Midrash). En conformidad con lo dicho, la Torá, que fue entregada en el Sinaí y enseñada por intermedio de sabios como Moshé y Aharón, constituye el puente que une el cielo con la tierra.

Los Cuatro Reinos. A Yaacov se le mostraron los ángeles custodios de los Cuatro Reinos que se alzarían para dominar a lsrael. Yaacov vio que cada ángel ascendía la cantidad de peldaños correspondientes a los años que esa nación tendría dominio sobre Israel, y luego descendía, cuando su reinado llegaba a su fin. El ángel de Babilonia ascendió setenta peldaños y luego descendió. El ángel de Media subió cincuenta y dos; el de Grecia subió ciento treinta... pero el ángel de Edom / Esav continuó subiendo en forma indefinida, lo cual simboliza el exilio actual, que parece interminable. Yaacov se atemorizó hasta que Dios lo tranquilizó (v. 15), asegurándole que recibiría protección Divina y finalmente regresaría a la Tierra de lsrael (Vaikrá Rabá 29:2; Rambam citando al Pirkei De Rabi Eliézer).

La grandeza de la Tierra (de Israel). A Yaacov se le mostró que los ángeles que lo habían protegido en Eretz Israel ahora ascendían de regreso al cielo, para ser reemplazados por ángeles de menor calibre, que lo escoltarían mientras se encontrara fuera de la Tierra. Este proceso se invirtió cuando Yaacov retornó a la Tierra (32:2) y los ángeles regresaron a él. Esta visión hizo que Yaacov reconociera la santidad de la Tierra de Israel y despertara su deseo de retornar a ella (Rashi, según Abarbanel). Al referirse a ángeles que subían y eran reemplazados por otros, la Torá indica que Dios extiende Su protección a Sus Tzadikím (justos), aunque los ángeles pasen desapercibidos para todos, incluso para aquellos a quienes escoltan.

La singularidad de Yaacov. Los ángeles, que son los emisarios de Dios para llevar a cabo Su control de los asuntos mundanos, constantemente suben al cielo para recibir Sus encargos y luego bajana la tierra para ponerlos en práctica, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, Yaacov y la nación judía se encuentran bajo la supervisión directa de Dios, Auien se encuentra en el extremo superior de la escalera (Rambán; lbn Ezra).

13. Ve Hine - Y he aqui. La Torá suele emplear esta palabra para introducir un tema significativo. Su uso frecuente en esta visión enfatiza la gran trascendencia del sueño de Yaacov (Akedat Yitzjak).

Asher Atá Shokev Aleha - Sobre la que estás acostado, es decir, toda la tierra de Canaán. Dios plegó todo el territorio debajo de Yaacov por lo que, en efecto, él se acostó sobre todo el territorio de Eretz Israel (Julin 91b). Dado que el sueño de Yaacov tuvo lugar exactamente en el sitio donde se erigiría el futuro Sanctasanctórum del Templo, esto simbolizaba que cada fracción de la Tierra de Israel debía infundirse de santidad. Asimismo, el judío nunca puede quedarse satisfecho con una visita ocasional al templo o a la casa de estudios, sino que tiene que santificar cada aspecto de su vida (Sefat Emet).

14. Ka Afar Ha Aretz - Como el poluo de la tierra. Sforno conecta esta frase con la siguiente, interpretándola de este modo: Sólo después de que tu descendencia haya sido humillada como el poluo de la tierra (ver Yeshayahu 51:231, se extendera poderosamente hacia el oeste, hacia el este, hacia el norte y hacia el sur. Los Sabios enseñaron que la futura salvación de Dios llegará recién después de que Israel haya sufrido el oprobio y la humillación.


VA YIFGA BA'MAKOM

Pues así, Yaacov salió de Beer Sheba y se fue a Jarán [es decir, llegó allí] (28:10). Y está escrito, "Va Yifgá Ba Makóm" 'Encontró el lugar (¿encontró a HaShem?)' ¿De qué lugar estamos hablando aquí? Es decir, no entró a Jarán, sino que volvió a Beitel, también conocido como Moriá (ibid. V. 11). - Vamos a clarificar esto. Cuando Yaacov llegó a Jarán se dijo, '¿Cómo puede ser, ya llegué a Jarán? ¿Ya pasé por el lugar donde mis padres rezaban, sin que yo rezara allí? ... Después de que él oró, quiso regresar [a Jarán). El Santo D.ios, Bendito sea El, dijo: “Este Tzadik ha venido a Mi morada; ¿Se le permitirá irse sin pasar la noche? "Inmediatamente, el sol se puso [ibid.] (Julín 91b).

EL POZO

I. Las dimensiones del Exilio

En Vayeitzé leemos una narración de doble significado. Yaacob comienza un exilio personal con su huida de Esaú para comenzar una estancia de veinte años con Labán. Allí, en Jarán, se casaría y tendría todos sus hijos excepto Benjamín. 


Llegaría sin un centavo y saldría con una gran fortuna. Pero a pesar de su éxito en Jarán, siempre se mantendría consciente de que estaba en el exilio de Eretz Israel y de la casa de sus padres, y que era sujeto a las constantes maquinaciones y estafas de Labán. Ese es uno de los hilos de esta historia del exilio, el dolor personal de Yaacob, acosado y sin hogar. El segundo hilo es el aspecto nacional de este exilio, porque la huida de Jacob debe verse en el contexto de los cuatrocientos años de exilio judío decretados sobre la descendencia de Abraham [15:13], y como preparación para los milenios futuros de vagabundeo judío y , como la única jugation. Yaacob, como el único Patriarca que experimentó la peor parte de las manifestaciones más duras del exilio, el enano del exilio preparó el camino para su posteridad, porque como veremos más manifiesto en esta y en sucesivas sidras Yaacob estableció el precedente Patriarca que ciones, preparó el camino por sus abolladuras al comportamiento judío en el exilio. posteridad. Yaacob permaneció plenamente consciente todo el tiempo de que estuvo en Galut. Vayeitzé es inusual porque no contiene un solo espacio entre párrafos. En el orden masorético del rollo de la Torá, toda la sidra está escrita como un solo párrafo de 145 versos. Esto significa que Yaacob nunca dejó de concentrarse en la difícil situación de separarse de la Tierra Santa. Olvidar que uno está en el exilio es hacer las paces con la situación. 

Por supuesto, el Galut en gran medida es un hecho geográfico. Mordejai y Ester estaban en el Galut (el exilio) a pesar de su grandeza, mientras que el peón más humilde que regresó a Eretz Israel con Esdras ya no estaba en el exilio, pero también hay aspectos intelectuales en Eretz y dimensiones emocionales en Galut. En un sentido muy real la persona bien establecida, segura y feliz con sus negocios en la diaspora se siente menos en Galut que el Tzadik y el sabio en el corazón de la Ciudad Santa que llora cada medianoche mientras vierte sus oraciones por la venida del Mesías y la edificación del Templo. Yaacov nunca dejó de agonizar por el hecho de que vivía en Jarán en lugar de Beer Sheba; mantener tal conciencia es un factor importante para resistir y sobrevivir, el exilio con el espíritu intacto. 

Yaacov entró en su exilio personal con más determinación, también con un Juramento. El Midrash expone, Yaacov partió de Beer Sheba [28:10] ..

Jacob entró en su exilio personal con mayor determinación, EL JURAMENTO DE YAACOV

Jacob también entró en su exilio personal con más determinación. El Midrash expone: Desde la santidad de Beer Sheba hasta la impureza de Jaran. Estas eran el 'pozo', la fuente de los atributos personales de Jacob, y Jacob permanecía consciente dondequiera que estuviera de que había venido allí, y que debía permanecer allí emocional e intelectualmente, si no físicamente. El Zohar compara a Jacob con alguien que baja a un pozo profundo y traicionero. Antes de tentar su descenso, debe asegurarse a la superficie con una cuerda fuerte, de lo contrario puede caer y perderse para siempre. Jacob, antes de descender a la profundidad espiritual de Jarán, se ancló a la santidad de Eretz Yisrael por medio de un juramento, una resolución de que nunca cortaría sus lazos con la Fuente de su fuerza.

LA VISIÓN DE YAACOV

Cuando él [Jacob] llegó a Jarán, dijo: ¿Puede ser que pasé por el lugar donde mis padres oraron, sin que yo orara? Tan pronto como decidió regresar, la tierra Saltó hacia él y [28:11] inmediatamente se encontró con el lugar (Julín 91b).

El preludio inmediato del exilio de Jacob fue su noche en Beitel / Moriah, el lugar que reconocería como la Casa de Dios y la Puerta de El cielo, el lugar donde Dios se reveló a sí mismo, y donde Jacob hizo el voto que lo sostendría por sus veintidós años fuera de casa. El muy El hecho de que viniera a Beitel / Moriah fue en sí mismo un testimonio de la fuerte cuerda con la que había se aseguró a sí mismo en su 'pozo. Jacob ya estaba en Jarán cuando decidió rezar en el lugar donde Abraham e Isaac habían orado. 

Como explica Rashi, 'el mundo real. En lugar de buscar causas espirituales para explicar los sucesos físicos, buscamos razones físicas para explicar los milagros. Pero si la existencia espiritual tiene su propia realidad como de hecho la tiene, ¿por qué no debería ser ese el modo principal de existencia y por qué las leyes de la física no deberían adaptarse para adaptarse a las necesidades espirituales?Verdad inmutable Cualquiera que sea el caso, Jacob estaba en el lugar, oró allí y durmió allí antes de su larga estadía en Jarán. Fue allí donde tuvo su gran visión. 

A entender la visión, nunca debemos olvidar que fue revelado a Jacob, y por lo tanto debe ser comprendido a la luz de la singularidad de la persona a quien estaba destinado. Primaria de Yaacob característica era el atributo de la verdad,como dice el profeta da la verdad a Jacob (Miqueas 7:20). Para una discusión de esta cualidad en el contexto de la misión patriarcal, ver Visión general de Lej Lejá y Toldot.] Una característica esencial de la verdad es que nunca cambia, porque si cambiara nunca podría haber sido verdad. Puede haber sido "adecuado", "apto ola mejor respuesta posible a un conjunto de circunstancias, pero no podría haber sido "cierto" a menos que fuera más antiguo finalmente cierto. Jacob, como exponente de la verdad tuvo que ser consistente; no pudo cambiar sus actitudes.

15. Et Asher Dibarti Laj - Lo que he hablado respecto de ti. "No temas a Esav ni a Labán, porque Yo estoy contigo y no te abandonaré hasta que haya cumplido con la promesa que hice con respecto a ti. Yo le prometí a Abraham que le daría esta tierra a su descendencia (12:7). Pero únicamente a través de ti - y no a través de Esav - se cumplirá esta promesa (Rashi).

16. Va Yiketz Yaacov - Se despertó Yaacov. Entendió a la perfección que su sueño era una profecía. Cuando a los profetas se les muestra una visión, se dan cuenta de que es un mensaje de Dios (Moré Nevujím). Ba Makóm Hazeh - En este lugar. Dado que había recibido una profecía sin haberse preparado antes para ello, Yaacov se dio cuenta de que el lugar poseía una santidad tal que era propicio para la profecía (Sforno). Y se lamentó de no haber lo sabido antes, ya que de lo contrario no se habría atrevido a pernoctar allí (Rashi). También puede explicarse esto en el sentido de que, si lo hubiera sabido, se habría preparado para poder tener la visión incluso en estado de vigilia (Or HaJaim).

17. Beit Elokím - La morada de Dios. Este no es un lugar común y corriente, sino que es un santuario del Nombre de Dios, un lugar apropiado para la plegaria (Targum Yonatán).

Además, es la puerta de los cielos, lo cual significa que es el sitio desde donde las oraciones del hombre ascienden a Dios. En términos del Midrash, el Templo Celestial es un reflejo del Templo terrenal, por lo que Yaacov se encontraba en el sitio más propicio para la plegaria y el servicio de Dios (Rashi).

20. Va Yidar Yaakov Neder - Entonces hizo Yaacou hizo un voto, diciendo. La palabra diciendo por lo general denota algo que debe ser a la vez comunicado a otras personas, pero en este caso no había nadie a quien Yaacov pudiera haberle repetido su voto. Por lo tanto, el Midrash deduce que Yaacov estaba "hablando", en forma alegórica, a las futuras generaciones. Él quería sentar un precedente y enseñar que en momentos de peligro o aflicción la persona debe prometer realizar una buena acción, la que a su vez será una fuente de mérito para salvarse de los problemas que la aquejen.

Im Yehié Elokím Imadí - Si ha de estar Dios conmigo. El "sí" no expresa dudas sobre si Dios cumplirá Su palabra o no lo hará. Yaacov temía que pudiera llegar a pecar y perder su derecho a la protección de Dios (Rambán).

Lejem Leejol U Begued Lilbosh - Pan para comer y ropa que vestir, para que la pobreza no me lleve a actuar contra mi propio sentido del decoro o contra la voluntad de Dios (Sforno). Los justos piden solamente por lo estrictamente necesario; no tienen necesidad de lujos (Radak).

21. Ve Hayá HaShem Li Le Elokím - Y el Eterno será mi Dios. Esta es una de las condiciones que estableció Yaacov y que, si Dios la cumplía, obligaría a Yaacov a cumplir con el voto del versículo siguiente. Yaacov estaba implorando a Dios que declarara Su Nombre sobre él y sobre su descendencia, para que su posteridad no adoleciera de imperfecciones, tal como Dios le había prometido a Abraham [17:7] (Rashi). Gur Arié explica que la afirmación de Yaacov no puede entenderse como una promesa de lealtad a Dios, ya que interpretarla en ese sentido implicaría que si Dios no cumplía con los pedidos de Yaacov, entonces él no aceptaría al Eterno

como su Dios. Yaacov evidentemente nunca iba a decir algo semejante.

Sin embargo, Rambán sostiene que esto sí era parte de la promesa de Yaacov; es decir, que si Dios le permitía retornar sano y salvo, entonces él podría servir a Dios correctamente. Tal como enseñan los Sabios: "Quien habita fuera de Eretz Israel es comparable a quien no tiene Dios" (Ketubot 110b), tan drástica es la diferencia entre la santidad de la Tierra de Israel y la del resto del mundo.

22. Aser Aaserenu Laj - Separaré una y otra vez el diezmo para Ti. El diezmo de Yaacov incluía no solamente un diez por ciento de sus ganancias, sino también su promesa de dedicar una décima parte de sus hijos al servicio de Dios.

Específicamente, se refería a la tribu de Leví, que estaba consagrada al servicio de Dios y a la que Yaacov le impartió la sabiduría y las enseñanzas esotéricas de la Torá (Bereshit Rabá 70:7). En cierta ocasión, un samaritano argumentó que en realidad Yaacov no entregó a Dios el diezmo completo de sus hijos, dado que tuvo doce hijos. Rabí Meir respondió que como Efraím y Menashé eran considerados hijos de Yaacov (48:5), este tuvo catorce hijos. Y como de todas formas el primogénito de cada esposa ya estaba consagrado, quedaban diez hijos - por lo que exactamente una décima parte de sus hijos restantes estaba dedicada al servicio de Dios, o sea, Leví.

El hecho de que Yaacov luego separaría un diezmo de sus bienes aparece mencionado en Rashi sobre el versículo 32:14 y por Ibn Ezra en el versículo 35:14. Rabi Moshe Feinstein afirmó que el judio debe diezmar no sólo sus posesiones, sino también su tiempo, contribuyendo parte del mismo en aras de causas meritorias.



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