EL MINHAG DE COMER PAN EN LAS TRES COMIDAS DE SHABAT
Sí, tenemos este Minhag (costumbre) de consumir pan durante las tres comidas de Shabat, pero no cualquier pan, sino el pan trenzado llamado Jalá. Hay muchas verciones que relatan la historia del Pan Jalá, pero mi versión favorita es la que se basa en la historia de la Creación, la puedes escuchar en este video adjunto de Tora en Uno.
Que dice así: Cuando Dios creó a Javá (Eva), él le trenzó el pelo para que ella estuviera hermosa antes de presentarsela a Adán. Por lo que se trata de embellecer los elementos del Shabat; ya que el Shabat también se conoce espiritualmente hablando como una novia, el pan trenzado es uno de ellos.
Recibimos a la novia Shabat con dos luces (2 velas), y en la Havdalá despedimos al Shabat con una velo doble trenzada, simbolizando ese matrimonio, esa unión que tuvo lugar con el Shabat.
SEIS DATOS INTERESANTES SOBRE EL PAN JALÁ
Por Aish Ha’Torah
Formas sorprendentes en que la Jalá nos conecta con la historia judía.
Jalá es el pan Judío icónico, que adorna las mesas judías en casi todas las festividades y principalmente en Shabat. Estos panes lindos y dorados recuerdan momentos clave de la historia judía. Aquí hay seis datos sobre la Jalá y su importancia para el pueblo Judío.
EL ORIGEN DEL NOMBRE JALÁ
La Torá ordenaba a los Judíos de la antigüedad que donaran una porción de pan a Dios cada vez que horneaban, esta Mitzvá suena así: “Cuando llegues a la Tierra (de Israel) a la que yo te traigo, sucederá que cuando comas del pan de la Tierra, apartarás una porción para Dios” (Números 15:19-20).
La palabra Jalá en realidad es el nombre de la porción de la masa del pan que se separa para Dios. En la antigüedad, esta masa se horneaba en hermosos panes y se donaba a los Cohaním que trabajaban en el Templo de Jerusalén.
Una vez que el Templo fue destruido en el año 70 EC, cesó la donación de hogazas de pan que se les daba a los Cohaním; en la actualidad la porción de la Masa que se separa, uno la quema en su lugar. El proceso de separar la Jalá de la masa requiere una bendición cuando la masa contiene al menos 59 onzas de harina (es decir, 3 libras 11 onzas o 1 y 2/3 kilogramos). Si la cantidad de harina está entre 43 y 59 onzas (1,230 a 1,666 kilogramos), la Jalá se separa sin bendición. Si la masa contiene menos de 43 onzas de harina, la Jalá no se separa.
La Jalá que comemos en Shabat y en los días de Yom Tov (Festivales bíblicos) recibe su nombre de la Jalá que separamos de nuestros horneados desde hace miles de años, manteniendo esta Mitzvá en primer lugar en nuestras mentes.
Después de amasar la masa (pero antes de darle forma de pan) decimos:
Bendito eres Tú, oh Eterno, Dios nuestros, Rey del universo, que nos santificas con tus mandamientos y nos ordenaste separar la Jalá (algunos agregan: de la masa).
Luego, retiramos un pequeño trozo de masa del tamaño de un huevo (aproximadamente una onza) y lo levantamos, diciendo Harei zu Jalá, o "He aquí, esta es la Jalá". Luego lo quemamos hasta que esté crujiente para que no sea comestible. Algunas personas hacen esto en su horno (aunque no mientras otros artículos se hornean al mismo tiempo). Algunos lo queman en su horno y otros lo hacen en su estufa mientras están trenzando los Panes Jalá.
LOS DOS PANES [LAS 2 JALOT]
Mientras los antiguos Judíos viajaban por el desierto después de salir de Egipto, Dios les indicó que le construyeran un Mishkán, una casa de adoración portátil, y les dio instrucciones detalladas sobre las hermosas decoraciones y artículos que se albergarían en su interior. Uno de los componentes clave era el Shulján, una hermosa mesa hecha de madera recubierta de oro, sobre la cual siempre se exhibían doce hogazas de pan (Éxodo 25:30). Más tarde, cuando los Judíos construyeron su Templo permanente en Jerusalén, esta mesa siguió albergando 12 deliciosas hogazas de pan cada día.
Después de que el Templo fue destruido, cada hogar Judío se convirtió en un Mikdash Me’at, es decir un templo en miniatura donde los Judíos se esfuerzan por recrear algo de la santidad que solía llenar el Templo. Las hogazas de Jalá colocadas en las mesas de nuestro propio comedor ahora nos ayudan a recordar el esplendor del Templo.
Es costumbre recitar la bendición Hamotzi del pan sobre las dos hogazas Jalá en Shabat y en los días de los Festivales. (En Pesaj (el Festival de la Pascua), en lugar de usar pan, recitamos esta bendición sobre la Matzá (el pan sin levadura). Cuando nuestros antepasados vagaban por el desierto durante cuarenta años después de salir de Egipto, Dios les dio una porción de un alimento milagroso llamado Maná todos los días. Los viernes, Dios les concedía una doble porción, para que pudieran comer por dos días es decir hasta el fin del Shabat. Hoy, miles de años después, seguimos recordando este milagro colocando dos panes, una porción doble, de Jalá en nuestras mesas de Shabat y de los Festivales.
LAS JALOT SE CUBREN CON UN PAÑO
Los panes de Jalá se cubren con un paño, recordando el Maná que comían nuestros antepasados en el desierto y que se cubría con una capa de rocío cada mañana.
La cubierta de la Jalá también tiene una lección práctica, recordándonos cuán crucial es ser sensible a los sentimientos de los demás. Dado que es costumbre hacer Kidush con vino antes de comer Jalá, algunos dicen que tapar la Jalá protege los sentimientos de la Jalá al no dejar que vea este desaire. Si nos tomamos tantas molestias para proteger simbólicamente a los objetos inanimados de la vergüenza, cuánto más debemos ser sensibles a los sentimientos de las personas, que en realidad sienten dolor.
RECORDATORIOS DEL TEMPLO
Después de recitar Kidush sobre vino o jugo de uva, nos lavamos las manos y luego decimos una bendición sobre el pan:
Bendito eres Tú, oh Eterno, Dios nuestro, Rey del Universo, que haces brotar el pan de la tierra.
Los Judíos Ashkenazíes tienen la costumbre de cortar la Jalá con un cuchillo, como se corta cualquier otro pan. Algunos Judíos Sefardíes tienen la tradición de partir el pan, recordando el hecho de que el Templo de Jerusalén fue construido completamente sin herramientas afiladas. Dado que el propósito del Templo era completamente pacífico, no se permitían en el sitio herramientas que pudieran usarse para la guerra o para hacerle daño a los demás: las piedras y otros artículos se cortaban en otros lugares. Hoy en día, algunos Judíos recuerdan este método de construcción totalmente pacífico al evitar el uso de cuchillos para desgarrar su Jalá.
Otra costumbre de la Jalá recuerda los días del Templo. Después de cortar la Jalá, antes de distribuirla y comerla, tocamos la sal con ella, tal como las antiguas ofrendas en el Templo eran rociadas con sal antes de ser dedicadas al Eterno.
PANES DE HUEVO TRENZADOS
La gran mayoría de los Judíos se imaginan hogazas doradas de rico pan de huevo trenzado para Shabat. Sin embargo, muchos Judíos usan diferentes tipos de pan en sus comidas de Yom Tov y de Shabat. Muchos Judíos Sefardíes comen pan Pita. Los Judíos Yemenitas usan panes esponjosos llamados Salufe; Los Judíos de India hacen Hamotzi sobre panes Naan o Chapati. No hay obligación de que nuestro Shabat y los panes de Yom Tov sean panes trenzados, aunque para muchos Judíos simplemente no se sentiría como Shabat sin dos panes trenzados dorados sobre la mesa.
FORMAS ESPECIALES DE JALÁ
En Rosh Hashaná comemos panes de Jalá redondos, que simbolizan la naturaleza circular del año, que comienza de nuevo justo cuando termina el año anterior. Las Jalá redondas se comen todos los días de Sukot, inclusive en el Shabat de Sucot hasta después del final de la festividad de Simjat Torá. (Es costumbre sumergir la Jalá de Sukot en la miel, no en la sal, durante la Fiesta de Rosh Hashaná, simbolizando nuestras esperanzas de tener un año nuevo dulce).
Algunas comunidades judías le dan forma a otros panes especiales. Los Judíos ucranianos a veces le dan forma a sus panes de Jalá en símbolos de levantamiento, como pájaros o escaleras, el Shabat antes de Yom Kipur. Los Judíos Lituanos a veces colocaban una forma como una mano en sus Jalás el Shabat antes de Yom Kipur, porque era costumbre darse la mano para pedir perdón antes de la festividad.
LA JALÁ SHLISSEL (UNA JALÁ EN FORMA DE LLAVE)
El primer Shabat después de Pesaj a veces se llama el Shabat de la “llave”, y muchos cocineros Judíos hornean Jalá en forma de llave. Estos se llaman panes de Jalá Shlissel (shlissel significa "llave" en Yidish). A menudo se rocían con semillas de amapola para recordarnos el Maná que cayó en el desierto a partir del mes hebreo de Iyar, que viene después de la Pascua. La forma distintiva de la llave nos recuerda que nuestro sustento, como el Maná que comían nuestros antepasados, provenía de Dios: en última instancia, todo lo que tenemos proviene del Eterno.
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