Oraciones Para Yom Kipur
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Por el Rav Eliézer Ben Attia
YOM HA'KIPURIM
Amo del universo, Tú, el que puede hacer cualquier cosa, concédeme de que en Yom Kipur, cuando yo grite “Ha’Melej” [el rey], que sean anulados todos mis sentidos y todos mis sentimientos personales y sean anulados todos mis 248 miembros y 365 tendones, con todo mi nefesh, la ruaj, la Neshamá, la Jayá y la Yejidá [Los niveles del alma].
Y que merezca en este Yom Kipur el aspecto de Yejidá, saber que no hay ningún otro fuera de Él, “porque el Eterno, Él es el único Dios arriba en los cielos y aquí abajo en la tierra, no hay ningún otro”.
Y que se me abran los siete cielos, y los siete hornos de la tierra, y que me muestren que no hay ningún otro Dios, sino solo Tú.
Por favor, oh Eterno, el que es asombroso en Su grandeza, en este día santo y lleno de temor, concédeme de que las 26 horas de Kipur pasen solo en tu agradecimiento y en alabanzas hacia Tí, sin pausa ni por un momento ni por un segundo.
Y que merezca ser todas las 26 horas de Yom Kipur una llama de fuego para Ti, que arda para Ti sin pausa, ni por un momento o segundo, con todos mis 248 miembros y 365 tendones, que se enciendan con una llama de fuego para Ti, Día y noche = 177, a lo largo de Yom Kipur, en el mérito de que aprenda la Torá y te te hable siempre y que te alabe sin pausa, ni por un momento o segundo las 26 horas de Kipur.
Y que merezca yo en este Yom Kipur alcanzar el nivel de Zevulún, de quien se dice: “Zevulún se regocijó cuando saliste Yisajar a tus tiendas”.
Y cumple en mí, “y tu descendencia heredará la puerta de sus enemigos”.
Y que se cumpla en mí la bendición que dice: “y bendijeron a Rivka y le dijeron que tú eres nuestra hermana y que te conviertas en una miríada de miles, y que tu descendencia herede la puerta de sus enemigos”.
Y a través de esto que se cumpla en mí el canto, “Nación, ‘Soy un muro, brillante como el sol, pero exiliado y desplazado; semejante a una palmera, pero asesinada por ti, ella te abraza y se une a Ti”.
Y en el mérito de las oraciones de Yom Kipur, que tenga yo el mérito de conocer todas las Ketzot Ha’Joshen y las Netivot Mishpat, Takfo Cohén, todo Rambám, el Tur, el Shulján Aruj, hacia adelante y hacia atrás, en forma general y en sus profundidades.
Y que no pierda ni olvide ninguna palabra, ni ninguna letra, nunca, y que no sienta el ayuno para nada, y que el ayuno pase para mí con la mayor facilidad, sin ningún sufrimiento y sin ningún sentimiento de hambre o nada de sed.
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