BLOG DE RAÍZ SEFARDÍ

KI TAVO

KI’TAVÓ EL HA'ARETZ

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Esta Parashá Fue Preparada Por ABA-EYBO


Septiembre 23, 2016 - 20 Elul 5776


PARASHAT KITAVÓ

Deuteronomio 26:1-29:8


DEDICADA A LA MEMORIA Y PARA MÉRITO DE:
Sarah Imenu - Rivkah, Rajel, Leah, (כריסטינה מרים דה בלר), Rajel Savua de Akiva;
Ruti Sarah Bat Simja, Ha’Rav Ha’Mekubal R. Mordejai Sharabi;
Rabi Akiva Ben Yosef, Jeannette Agustin San Juan, Fortune Agustin,
Filomena Agustin de San Juan (T’vila / Fila), Federmo San Juan, Aba Mevoyan Beler, Rajel Mazouz
Claudio Alfredo Beler San Juan; Suthiani Bat Imashela, Endang Supriani (Ani) Bat Suthiani, (סוג'ונטו בן סופריו) ; ( אבא סופריו) , Rabbi Ya’akov Abujatseira, R. Israel Abujatzeira, Baba Salí
(כל הזקנים בדורותיהם, מצד אבי, ובצד אמי); Chaya Mushka Schneersohn
Y de todos los Anusím de la casa de Israel; Jean-Baptiste Alvares
ז'אן בטיסט אלבארס , רבי שלמה לוריא, מהרש״ל
Jean Baptiste Louis Agustin Rodrigué Alvares, Rav Dov Ber de Lubavitch

אורינו ז'אן בטיסט אלבארס;
Eli Ha’Kohen, Pinjás Ve’Ikavod Ha’Kohen. Abayé Ha’Kohen, El Rebbe de Lubavitch,
Menajem Mendel Shnirsohn Zt”L; Yehuda Ha’Jasid, e Israel Meir KaGan el Jafets Ha’Jaim.
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Le Refua Shelemá Para David Ben Messodí &
Zeev Ben Lea


Deuteronomio 26:1-29:8

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CONTENIDO DE LA PARASHA

1)   Declaración de las bendiciones y las maldiciones sobre los Montes Ebal y Garizím

2)   Las Bikurím y la declaración del que las ofrece

3)   Las consecuencias de la obediencia a la Torá o Jas Ve’Shalom, el abandono de ésta

4)   Ha'kol Mi HaShem - Todo viene del Eterno

5)   El deseo voluntario de volver a la esclavitud en las naciones

6)   El sexto consuelo de los siete que nos llevan hasta Rosh Ha Shaná

7)   La última Gueulá y el establecimiento del reino final en Erets Israel


RESUMEN DE LA PARASHAT KI’TAVÓ

(כִּי-תָבוֹא) Ki Tavo esta palabra hebrea significa “cuando vengas” que hace referencia a venir a la tierra santa donde el Eterno siempre está para tomar posesión de ella. Ésta forma parte de las primeras palabras de la porción semanal de la Torá; la sección semanal número 50 del ciclo anual de la lectura de la Torá, y es la Séptima en el libro de Deuteronomio. Corresponde a Deuteronomio 26: 1-29:8.  De costumbre se lee en el mundo Judío en general en el mes de septiembre. Esta Sidra (Parashat Kitavó) contiene 122 versos, el número de los versículos es equivalente a la palabra hebrea “Avadav” que se traduce al español por “Su siervo”, esto es para significar que los Judíos son siervos del Eterno, nuestro Dios.


El Eterno les dió a los hijos de Israel la Mitsvá de las Bikurim, el Mandamiento de diezmar con las primicias de los frutos de sus cosechas. Se nos dice que cuando hayamos estado en posesión de la tierra prometida, los primeros frutos de la cosecha de cada año han de ser objeto de una ofrenda llamada diezmo de Bikurim en hebreo. Esta Mitsvá de las Bikurim es un mandamiento que ya habíamos recibido antes en la Torá en Éxodos 23:19, pero aquí recibimos más detalles sobre cómo hemos de obedecerlo. Tenemos que hacer una declaración que resume la historia del pueblo, desde su creación. La declaración comienza así: “Arami obed avi”, algunos comentaristas lo entienden en el sentido de que "un arameo echó fuera a mi padre", en referencia a la relación entre Jacob y Labán; mientras que otros eruditos lo entienden así "un arameo errante fue mi padre" lo cual podría estar refiriéndose, sea a Jacob Avinu o Abraham Avinu; ya que ambos tuvieron que cruzar el Jordán. 


A su llegada a la tierra prometida, los judíos deben dibujar con texto de la Torá marcando el lugar por donde cruzaron el Jordán y allí hay que ofrecer ofrendas sobre un el altar de piedra sin tallar. Luego en el lugar llamado Shejem, donde Jacob había comprado tierra con su propio dinero, allí han de subir las tribus de Israel a los dos montes para hacer las declaraciones anunciando las bendiciones que recibirán los Judíos cuando obedecieren a su Dios; y las maldiciones que se refieren a ellos en caso de no observancia de la Torá. Parte de las tribus subirá entonces el monte Ebal, la otra parte subirá el monte Garizim para hacer las dichas declaraciones.


En esta Sidra se nos recuerda que todo lo que logramos hacer, todo el éxito que tendremos, financiero o de cualquier tipo; no importa cuanto sudamos para alcanzar el éxito, todo es un regalo de Dios. Y que al contrario si dejamos de obedecer a la Torá que recibimos, nuestro éxito no será duradero; sino que terminaremos deseando ser esclavos de otras naciones para escapar de nuestras calamidades, nos ofreceríamos gratuitamente como esclavos, pero nadie querrá comprarnos ni gratis. 


Y finalmente la Haftará, la parte del Profeta en Isaías 60, que acompaña este estudio nos da consuelo después de haber desobedecido, y que las maldiciones nos hayan acaecidos, habiendo perdido toda la gloria y éxito que habíamos alcanzado con los reinos de David y Salomón; aquí el Eterno nos asegura de que la última redención de los Judíos será duradera, que nunca jamás se perderá el futuro éxito que tendremos cuando finalmente se reestablezca de nuevo nuestro reino en la tierra prometida y se construya de nuevo el último templo, no habrá más exilio. Y que poco a poco todas las naciones sabrán que el Dios, es el Dios de los Judíos. Que Él es Verdad, que nunca cambia y nunca cambiará sus promesas para con los Judíos y que eternamente los Judíos serán sus mensajeros para las naciones. Todos sabrán que hay un Dios en Israel y que Él es el único Dios, no hay ningún otro miembro en su deidad, toda la creación depende de Él y sólo de Él, una sola persona suprema Sin descripción, sin forma ni imagen. 


LAS SIETE ESPECIES DE ISRAEL

Trigo, Cebada, Aceitunas, Dátiles, Granadas, Higos, y uvas


¿Por qué se cuentan solamente 7 productos como especies de la tierra prometida? ¿No deberían ser diez en vez de siete; cinco especies de granos (trigo, espelta, cebada, avena, centeno ); y cinco otras especies diversas (aceituna, dátiles, Granadilla, higo, y uvas)? Cierto, pero la Torá nos lo explica así: Kusmin [espelta] es una especie de trigo; la avena y el centeno son dos tipos de cebadas. Kusmín es igual a gulba; centeno es igual a dishra; shibolet shu'al es igual a los granos conocidos como orejas de zorras (Pesajím 35a).



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LECTURA DE LA TORA


BENDICIONES PARA ANTES DE LEER LA TORÁ


Antes de leer o estudiar la Torá hay que acostumbrarse a bendecir al Eterno (HaShem). Mantén en mente que el nombre de D.ios que se usa cuando decimos nuestras plegarias y cuando leemos la Torá o cuando bendecimos a D.ios es “Adonai”. Donde quiera que aparezca su nombre lo pronunciamos “Adonai”. Dondequiera que aparece el nombre del Eterno (יהוה) lo pronunciamos Adonai en esos momentos, en otros momento sólo decimos Hashem.


Bendigo al Eterno, el D.ios Bendito
¡Bendito sea el Eterno quien debe ser bendecido!

En Hebreo
¡Barúj Atáh (Adonai), Eloheinu Meléj HaOlám, Asher Bájar Bánu Mikól Ha’Amím VeNatán Lanú Et Torató. Barúj Atáh Adonai, Notén HaTorá!

En Español
¡Bendito Eres Tú Adonai, Elohim Nuestro y Rey del universo, que Nos Ha Escogido de entre todas las naciones y nos Ha Entregado Su Torá. Bendito eres Tú Adonai, donador de la Torá!



Primera lectura - Deuteronomio 26: 1-11

En la primera lectura (en hebreo: עליה, Aliá), Moisés ordenó a los israelitas que cuando entraran a la tierra que Dios les estaba dando, debían tomar un poco de cada primer fruto de la tierra que cosecharan, ponerlo en una canasta. y llévelo al lugar que Dios elija. Allí debían ir al sacerdote a cargo y reconocer que habían entrado en la tierra que Dios juró a sus padres. El Cohén (el sacerdote) debía dejar la canasta frente al altar. Luego debían recitar:

"Un arameo errante era mi padre, y descendió a Egipto, y residió allí, pocos en número; y se convirtió allí en una nación grande, poderosa y populosa. Y los egipcios nos trataron mal, y nos afligieron, y nos impuso una dura servidumbre. Y clamamos al Señor, el Dios de nuestros padres, y el Señor oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión. Y el Eterno nos sacó de Egipto con un mano poderosa, y brazo extendido, y con gran espanto, y con señales y prodigios. Y nos ha traído a este lugar, y nos ha dado esta tierra, una tierra que fluye leche y miel. Y ahora, he aquí , He traído las primicias del fruto de la tierra, que tú, oh Señor, me diste. "

Debían dejar la canasta ante el altar, inclinarse ante Dios y luego deleitarse y disfrutar, junto con el levita y el extraño, de la generosidad que Dios les había dado.

La primera lectura (hebreo: עליה, Aliá) y una porción cerrada (en hebreo: סתומה, Setumá) termina aquí.

כִּי-תָבוֹא

DEUTERONOMIO 26: 1 - 19 


LECTURA 1

(א) Y Será que, cuando vengas a la tierra que el Eterno tu Dios te da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella;  (ב) Entonces tomarás las primicias de todos los frutos de la tierra, que sacares de tu tierra que el Eterno tu Dios te da, y las pondrás en un canastillo, é irás al lugar que el Eterno tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.  (ג) Y llegarás al  Cohén (sacerdote) que fuere en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy al Eterno tu Dios que he entrado en la tierra que juró el Eterno á nuestros padres que nos había de dar.  (ד) Y el  Cohén (sacerdote) tomará el canastillo de tu mano, y lo pondrá delante del altar del Eterno tu Dios.

(ה) Entonces hablarás y dirás delante del Eterno tu Dios: Un Arameo (Sirio) á punto de perecer fué mi padre, el cual descendió á Egipto y peregrinó allá con pocos hombres, y allí creció en gente grande, fuerte y numerosa:  (ו) Y los Egipcios nos maltrataron, y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.  (ז) Y clamamos al Eterno Dios de nuestros padres; y oyó el Eterno nuestra voz, y vió nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión:  (ח) Y nos sacó el Eterno de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con grande espanto, y con señales y con milagros:  (ט) Y nos trajo á este lugar, y nos dió esta tierra, una tierra que fluye leche y miel.

(י) Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Eterno. Y lo dejarás delante del Eterno tu Dios, y te has de inclinar delante del Eterno tu Dios.  (יא) Y te alegrarás con todo el bien que el Eterno tu Dios te hubiere dado á ti y á tu casa, tú y el Levita, y el extranjero que está en medio de ti. 


Segunda lectura - Deuteronomio 26: 12-15

En la segunda lectura (hebreo: עליה, Aliá), Moisés instruyó que cuando los israelitas hubieran dado la décima parte de su rendimiento al levita, el forastero, el huérfano y la viuda, en el tercer año, el año del diezmo, debían declarar ante Dios:

He quitado las cosas sagradas de mi casa, y también las he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, según tu mandamiento que me has mandado; no he transgredido ninguno de tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos. No comí de ellos en mi duelo, ni de ellos repudié, siendo inmundo, ni de ellos entregué por muertos; a la voz del Señor mi Dios he escuchado, he hecho conforme a los mandamientos. a todo lo que me has mandado. Mira desde tu santa morada, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, ya la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que mana leche y miel. "


La segunda lectura (en hebreo: עליה, Aliá) y una porción cerrada (hebreo: סתומה, Setumá) termina aquí. 


LA LECTURA 2

(יב) Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al Levita, al extranjero, al huérfano y á la viuda; y comerán en tus villas, y se saciarán.  (יג) Y dirás delante del Eterno tu Dios: Yo he sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al Levita, y al extranjero, y al huérfano, y á la viuda, conforme á todos tus mandamientos que me ordenaste: no he traspasado tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos:  (יד) No he comido de ello en mi luto, ni he sacado de ello en inmundicia, ni de ello he dado para mortuorio: he obedecido á la voz del Eterno mi Dios, he hecho conforme á todo lo que me has mandado.

(טו) Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice á tu pueblo Israel, y á la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel. 


Tercera lectura - Deuteronomio 26: 16-19

En la tercera lectura (hebreo: עליה, Aliá), Moisés exhortó a los israelitas a observar estas leyes fielmente con todo su corazón y alma, señalando que habían afirmado que el Eterno era su Dios y que obedecerían a Dios. Y Dios afirmó que los israelitas eran el pueblo atesorado por Dios, y que Dios los pondría por encima de todas las naciones en fama y gloria, y que serían un pueblo santo para Dios.

La tercera lectura (hebreo: עליה, Aliá) y la primera porción abierta (hebreo: פתוחה, Petujá) terminan aquí con el final del capítulo 26.

LECTURA 3

(טז) el Eterno tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y derechos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón, y con toda tu alma. 


(יז) Al Eterno has ensalzado hoy para que te sea por Dios, y para andar en sus caminos, y para guardar sus estatutos y sus mandamientos y sus derechos, y para escuchar su voz: 


(יח) Y el Eterno te ha ensalzado hoy para que le seas su peculiar pueblo, como él te lo he dicho, y para que guardes todos sus mandamientos;


(יט) Y para ponerte alto sobre todas las gentes que hizo, para loor, y fama, y gloria; y para que seas pueblo santo al Eterno tu Dios, como él ha dicho.


Cuarta lectura - Deuteronomio 27: 1-10

En la cuarta lectura (en hebreo: עליה, Aliá), Moisés y los ancianos le dieron orden al pueblo de que tan pronto como hubieren cruzado el río Jordán, han de colocar grandes piedras en el monte Ebal, y revestirlas con yeso e inscribir en ellas todas las palabras de la Torá. Allí también debían construir un altar a Dios hecho de piedras sobre las que no había golpeado ninguna herramienta de hierro, y sobre él ofrecerían ofrendas a Dios y se regocijarían. 

Una porción cerrada (hebreo: סתומה, Setumá) termina aquí con Deuteronomio 27: 8.

En la continuación de la lectura, Moisés y los sacerdotes dijeron a todo Israel que escuchara: Se habían convertido en el pueblo de Dios, y debían prestar atención a Dios y observar los mandamientos de Dios.

La cuarta lectura (hebreo: עליה, Aliá) y una porción cerrada (hebreo: סתומה, Setumá) terminan aquí.

panorama que muestra el monte Gerizim a la izquierda, el monte Ebal a la derecha y el moderno Nablus (antiguo Siquem) entre

 Deuteronomio 27:1-26


LECTURA 4

(א) Y Moisés, y los ancianos de Israel le dieron al pueblo este mandamiento, diciéndoles: Ustedes han de guardar todos los mandamientos que yo prescribo hoy. (ב) Y será que, el día que pasaren el Jordán á la tierra que el Eterno tu Dios te da, te has de levantar piedras grandes, las cuales revocarás con cal: (ג) Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hubieres pasado para entrar en la tierra que el Eterno tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como el Eterno el Dios de tus padres te ha dicho.  


(ד) Será pues, cuando hubieres pasado el Jordán, que levantarán estas piedras que yo les mando hoy, en el monte de Ebal, y las revocarás con cal: (ה) Y edificarás allí altar al Eterno tu Dios, altar de piedras: no alzarás sobre ellas hierro.  (ו) De piedras enteras edificarás el altar del Eterno tu Dios;  y ofrecerás sobre él holocausto al Eterno tu Dios;


(ז) Y ofrecerás sacrificios de paz, y comerás allí; y te alegrarás delante del  Eterno  tu  Dios.  (ח) Y escribirás en las piedras todas las palabras de esta ley muy claramente. (ט) Y Moisés, con los  Kohanim (sacerdotes) Levitas, habló á todo Israel, diciendo: Atiende y escucha, Israel: hoy te convertiste en el pueblo del Eterno tu Dios.

(י) Escucharás pues la voz del Eterno tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy. 



Quinta lectura - Deuteronomio 27: 11-28: 6

En la quinta lectura (hebreo: עליה, Aliá), Moisés le ordenó al pueblo de que después de haber cruzado el Jordán, las tribus de Shimón, Leví, Judá, Yisacar, José y Benjamín debían pararse en el monte Guerizím para declarar las bendiciones, y las tribus de Reubén, Gad, Asher, Zabulón, Dan y Neftalí debían estar en el monte Ebal para declarar las maldiciones. Los levitas debían entonces decir las maldiciones en voz alta; maldiciones para cualquiera que: hiciera una imagen esculpida; o que insultara a su padre o su madre; 

O quien moviera el hito de un compatriota; o quien desorientara a una persona ciega; quien subvirtiera los derechos del extranjero, del huérfano o de la viuda; O quien se acostara con la esposa de su padre; O quien tuviera relaciones íntimas con cualquier bestia; O con su hermana; O con su suegra; O quien matare a su compatriota en secreto; O quien aceptare un soborno en un caso de asesinato; o de otra manera no observando los mandamientos de la Torá; y por cada maldición declarada, todo el pueblo debía decir: "Amén".

Once divisiones cerradas (en hebreo: סתומה, Setumá) separan cada una de las maldiciones, y las maldiciones ponen fin al capítulo 27.

En la continuación de la lectura, Moisés enseñó que, por otro lado, si los israelitas obedecían a Dios y observaban fielmente todos los mandamientos de la Torá (613 Mitzvot), Dios los pondría muy por encima de todas las naciones de la tierra; Él los bendeciría en la ciudad y en el campo; Él los bendeciría con los frutos de sus vientres (sus hijos), con el producto de su suelo y la fertilidad de sus rebaños y sus vacas; Él les bendeciría su canasta y su cuenco de amasar; y los bendeciría en sus salidas y en sus entradas.

La quinta lectura (en hebreo: עליה, Aliá) termina aquí.


LECTURA 5

(יא) Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo:  (יב) Estos estarán sobre el monte de Garizím para bendecir al pueblo, cuando hubieren pasado el Jordán: Simeón, y Leví, y Judá, é Issachâr, y José y Benjamín.  (יג) Y estos estarán para pronunciar la maldición en el de Ebal: Rubén, Gad, y Aser, y Zabulón, Dan, y Nephtalí.  (יד) Y hablarán los Levitas, y dirán á todo varón de Israel en alta voz: (טו) Maldito el hombre que hiciere escultura ó imagen de fundición, abominación al Eterno, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. 


Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.  (טז) Maldito el que deshonrare á su padre ó á su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. (יז) Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.  (יח) Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.  (יט) Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(כ) Maldito el que se echare con la mujer de su padre; por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén. (כא) Maldito el que tuviere parte con cualquiera bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén. (כב) Maldito el que se echare con su hermana, hija de su padre, ó hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén. (כג) Maldito el que se echare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(כד) Maldito el que hiriere á su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén. (כה) Maldito el que recibiere don para herir de muerte al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.  (כו) Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.


LAS BENDICIONES

Deuteronomio 28:1-69

(א) Y Será que, si prestares atención diligentemente a la voz del Eterno tu Dios, para guardar, para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también el Eterno tu Dios te elevará alto sobre todas las naciones de la tierra; (ב) Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando escuchares la voz del Eterno tu Dios. (ג) Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.

(ד) Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.  (ה) Bendito tu canastillo y tus sobras.  (ו) Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.


Sexta lectura - Deuteronomio 28: 7-69

En la sexta lectura (hebreo: עליה, Aliá), Moisés continuó diciendo que si los israelitas obedecían a Dios y observaban fielmente todos los mandamientos, entonces Dios derrotaría a sus enemigos; bendícelos sobre sus graneros y todas sus empresas; bendícelos en la tierra; establecerlos como pueblo santo de Dios; dales abundancia de prosperidad; proporcionar lluvia en temporada; y hazles la cabeza y no la cola.

La segunda porción abierta (hebreo: פתוחה, Petujá) termina aquí.

En la continuación de la lectura, Moisés enseñó que si no obedecían a Dios y no observaban fielmente los mandamientos, Dios los maldeciría en la ciudad y el país; maldigan su canasta y su cuenco de amasar; maldice el nacimiento de su vientre, el producto de su suelo y la fertilidad de sus rebaños y rebaños; maldícelos en sus idas y venidas; 

desata sobre ellos calamidad, pánico y frustración en todas sus empresas; haz que se les pegue la pestilencia; herirlos con tuberculosis, fiebre, inflamación, calor abrasador, sequía, tizón y moho; convierte los cielos en cobre y la tierra en hierro; convertir la lluvia en polvo; derrotadlos delante de sus enemigos; y los golpea con la inflamación egipcia, hemorroides, cicatrices de hervor, picazón, locura, ceguera y consternación. 

Si pagaban el precio de la novia por una esposa, otro hombre la disfrutaría; si construyeran una casa, no vivirían en ella; si plantaran un viñedo, no lo cosecharían. Sus bueyes serían sacrificados ante sus ojos, pero no comieron de ellos; su burro sería apresado y no devuelto; su rebaño sería entregado a sus enemigos; sus hijos e hijas serían entregados a otro pueblo; un pueblo que no sabían que comería los productos de su suelo; serían abusados y pisoteados continuamente, hasta volverlos locos; Dios los afligiría en las rodillas y los muslos con una inflamación severa; 

Dios los conduciría a una nación desconocida donde servirían a otros dioses, de madera y piedra; y serían sinónimo de todos los pueblos. Las langostas consumirían su semilla, los gusanos devorarían sus viñedos, las aceitunas caerían de sus olivos, sus hijos e hijas irían al cautiverio, el grillo se apoderaría de todos los árboles y los productos de su tierra, el extraño en medio de ellos sería sobre ellos, el extraño sería su acreedor, 

y el extraño sería la cabeza y ellos la cola. Debido a que no servirían a Dios con gozo sobre la abundancia, tendrían que servir con hambre, sed y desnudez, los enemigos que Dios soltaría contra ellos. Dios traería contra ellos una nación despiadada de lejos, cuyo idioma no entenderían, para devorar su ganado y el producto de su tierra y encerrarlos en sus ciudades hasta que cayera todo poderoso muro en el que confiaban. Y cuando estaban encerrados bajo asedio, comían la carne de sus hijos e hijas. 

Dios les infligiría plagas y enfermedades extraordinarias hasta que les quedaran unos pocos, porque así como Dios una vez se deleitó en hacerlos prósperos y muchos, así Dios se deleitaría en hacerlos perecer y disminuir. Dios los esparciría entre todos los pueblos de un extremo a otro de la tierra, pero incluso entre esas naciones, no encontrarían lugar para descansar. Por la mañana dirían: 

"¡Ojalá fuera de noche!" y al anochecer decían: "¡Ojalá fuera de mañana!" Dios los enviaría de regreso a Egipto en galeras y se ofrecerían a la venta como esclavos, pero nadie los compraría.

La porción larga y cerrada (en hebreo: סתומה, Setumá) de las maldiciones termina aquí.

La lectura concluye con una declaración resumida de que este es el pacto que Dios le ordenó a Moisés que hiciera con los israelitas en Moab, además del pacto que Dios hizo con los israelitas en Horev (Monte Sinaí).

La sexta Aliá (hebreo: עליה, Aliyá) y la tercera porción abierta (hebreo: פתוחה, Petujá) terminan aquí con el final del capítulo 28.

LECTURA 6

(ז) Pondrá el Eterno á tus enemigos que se levantaren contra ti, de rota batida delante de ti: por un camino saldrán á ti, por siete caminos huirán delante de ti.  


(ח) Enviará el Eterno contigo la bendición en tus graneros, y en todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que el Eterno tu Dios te da. (ט) El Eterno ha de confirmarte como pueblo santo suyo, como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos del Eterno tu Dios, y anduvieres en sus caminos.

(י) Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre del Eterno es proclamado sobre ti, y te temerán. (יא) Y te hará el Eterno ⁴ sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró el Eterno á tus padres que te había de dar.  (יב) El Eterno ha de abrirte su buen depósito, el cielo, para dar lluvia á tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y les prestarás á muchas gentes, pero tú no tomarás emprestado. (יג) Y te pondrá el Eterno por cabeza, y no por cola: y estarás encima solamente, y no estarás debajo; cuando obedecieres á los mandamientos del Eterno tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y los cumplas. (יד) Y no te apartes de todas las palabras que yo les mando hoy, ni á diestra ni á siniestra, para ir tras dioses ajenos para servirles. 


LAS MALDICIONES

(טו) Y sucederá, que si no escuchares la voz del Eterno tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.  (טז) Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.  (יז) Maldito tu canastillo, y tus sobras.  (יח) Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.  (יט) Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

(כ) Y el Eterno enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano é hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas presto á causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado. (כא) el Eterno hará que se te pegue mortandad, hasta que te consuma de la tierra á la cual entras para poseerla. (כב) el Eterno te herirá de tisis, y de fiebre, y de ardor, y de calor, y de cuchillo, y de calamidad repentina, y con añublo; y perseguirte han hasta que perezcas.  (כג) Y tus cielos que están sobre tu cabeza, serán de metal; y la tierra que está debajo de ti, de hierro.

(כד) Dará el Eterno por lluvia á tu tierra polvo y ceniza: de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.  (כה) el Eterno te entregará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás á ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás sacudido á todos los reinos de la tierra.  


(כו) Y será tu cuerpo muerto por comida á toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante. (כז) el Eterno te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado.  (כח) el Eterno te herirá con locura, y con ceguedad, y con pasmo de corazón. (כט) Y palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos: y nunca serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.  (ל) Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la vendimiarás.  (לא) Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no se te volverá; tus ovejas serán dadas á tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.

(לב) Tus hijos y tus hijas serán entregados á otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día: y no habrá fuerza en tu mano. (לג) El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días.  (לד) Y enloquecerás á causa de lo que verás con tus ojos.

(לה) El Eterno ha de herirte con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado: aun desde la planta de tu pie hasta tu mollera.  (לו) el Eterno llevará á ti, y á tu rey que hubieres puesto sobre ti, á gente que no conociste tú ni tus padres; y allá servirás á dioses ajenos, al palo y á la piedra.  (לז) Y serás por pasmo, por ejemplo y por fábula, á todos los pueblos á los cuales te llevará el Eterno. (לח) Sacarás mucha simiente al campo, y cogerás poco: porque la langosta lo consumirá.

(לט) Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino, ni cogerás uvas; porque el gusano las comerá.  (מ) Tendrás olivas en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite; porque tu aceituna se caerá. (מא) Hijos é hijas engendrarás, y no serán para ti; porque irán en cautiverio.  (מב) Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra consumirá la langosta.  (מג) El extranjero que estará en medio de ti subirá sobre ti muy alto, y tú serás puesto muy bajo.  (מד) El te prestará á ti, y tú no prestarás á él: él será por cabeza, y tú serás por cola. (מה) Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido á la voz del Eterno tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó:  (מו) Y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu simiente para siempre. (מז) Por cuanto no serviste al Eterno tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas;  (מח) Servirás por tanto á tus enemigos que enviare el Eterno contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.  (מט) el Eterno traerá sobre ti gente de lejos, del cabo de la tierra, que vuele como águila, gente cuya lengua no entiendas;

(נ) Una nación fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará  al niño: (נא) Y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. (נב) Y te pondrá cerco en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados en que tú confías, en toda tu tierra: te cercará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que el Eterno tu Dios te habrá dado. (נג) Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que el Eterno tu Dios te dió, en el cerco y en al apuro con que te angustiará tu enemigo. (נד) El hombre tierno en ti, y el muy delicado, su ojo será maligno para con su hermano, y para con la mujer de su seno, y para con el resto de sus hijos que le quedaren;  (נה) Para no dar á alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. (נו) La tierna y la delicada entre ustedes, que nunca la planta de su pie probó á sentar sobre la tierra, de ternura y delicadeza, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo, y para con su hija,  (נז) Y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que pariere; pues los comerá escondidamente, á falta de todo, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.

(נח) Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de aquesta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y terrible, el Eterno TU DIOS, (נט) el Eterno aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu simiente, plagas grandes y estables, y enfermedades malignas y duraderas; (ס) Y hará volver sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y se te pegarán. (סא) Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, el Eterno la enviará sobre ti, hasta que tú seas destruído. (סב) Y quedaréis en poca gente, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud; por cuanto no obedeciste á la voz del Eterno tu Dios.  (סג) Y será que como el Eterno se gozó sobre ustedes para hacerles bien, y para multiplicarlos, al contrario ahora se gozará el Eterno sobre ustedes para arruinarlos, y para destruirlos; y serán arrancados de sobre la tierra, á la cual entran para poseerla.  


LA PROFECIA DEL EXILIO DE LOS JUDIOS

(סד) Y el Eterno te esparcirá por todos los pueblos, desde un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al Madero y a la piedra.

(סה) Y ni aun entre las mismas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; que allí te dará el Eterno corazón temeroso, y caimiento de ojos, y tristeza de alma:  (סו) Y tendrás tu vida como colgada delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no confiarás de tu vida.  (סז) Por la mañana dirás: ¡Quién diera fuese la tarde! y á la tarde dirás: ¡Quién diera fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 


(סח) Y el Eterno te hará tornar á Egipto en navíos por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverán: y allí serán vendidos á sus enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien los compre.  (סט) Estas son las palabras del pacto que el Eterno mandó á Moisés concertara con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb.



Séptima lectura: Deuteronomio 29: 1–8

En la séptima lectura (en hebreo: עליה, Aliá), Moisés les recordó a los israelitas que habían visto todo lo que Dios le había hecho a Faraón y Egipto, pero que aún no lo habían entendido. Moisés los condujo por el desierto cuarenta años, sus ropas y sandalias no se gastaron, y sobrevivieron sin pan para comer y sin vino para beber, para que supieran que el Señor era su Dios

La séptima lectura (en hebreo: עליה, Aliá), la cuarta parte abierta (hebreo: פתוחה, Petujá) y la Parashá terminan aquí.

  Deuteronomio 29:1-8

(א) Moisés pues llamó á todo Israel, y les dijo: Ustedes han visto todo lo que el Eterno ha hecho delante de sus ojos en la tierra de Egipto á Faraón y á todos sus siervos, y á toda su tierra: (ב) Las pruebas grandes que vieron tus ojos, las señales, y las grandes maravillas. (ג) Y el Eterno no les dió corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oir, hasta el día de hoy. (ד) Y yo los he traído cuarenta años por el desierto: sus vestidos no se han envejecido sobre ustedes, ni tu zapato se ha envejecido sobre tu pie. (ה) No han comido pan, ni bebieron vino ni sidra: para que supieron que yo soy el Eterno su Dios. (ו) Y llegaron á este lugar, y salió Sijón rey de Heshbón, y Og rey de Bashán, delante de nosotros para pelear, y los herimos; (ז) Y tomamos su tierra, y la dimos por heredad á Rubén y á Gad, y á la media tribu de Manashés.  (ח) Guardará, pues, las palabras de este pacto, y las pondrán por obra, para que prosperen en todo lo que hicieren.




La lectura (Aliá) Maftir Deuteronomio 29: 6–8 

En la lectura Maftir (hebreo: מפטיר) de Deuteronomio 29: 6–8 que concluye la Parashá, Moisés relató que los israelitas derrotaron al rey Sehón de Heshbón y al rey Og de Bashán, tomaron su tierra y se la dieron a los Rubenitas, Gaditas y la media tribu de Manasés. Por lo tanto, Moisés los instó a observar fielmente todos los mandamientos, para que pudieran tener éxito en todo lo que emprendieron.


MAFTIR KI-TAVÓ

Maftir Ki-Tavó - Devarim 29:1-8

(ז) וַנִּקַּח, אֶת-אַרְצָם, וַנִּתְּנָהּ לְנַחֲלָה, לָראוּבֵנִי וְלַגָּדִי--וְלַחֲצִי, שֵׁבֶט הַמְנַשִּׁי. (ח)  וּשְׁמַרְתֶּם, אֶת-דִּבְרֵי הַבְּרִית הַזֹּאת, וַעֲשִׂיתֶם, אֹתָם--לְמַעַן תַּשְׂכִּילוּ, אֵת כָּל-אֲשֶׁר תַּעֲשׂוּן. 


(ו) Y llegaron á este lugar, y salió Sijón rey de Heshbón, y Og rey de Bashán, delante de nosotros para pelear, y los herimos; (7) Y llegaron á este lugar, y salió Sijón rey de Heshbón, y Og rey de Bashán, delante de nosotros para pelear, y los herimos; (8) Y tomamos su tierra, y la dimos por heredad á Rubén y á Gad, y á la media tribu de Manasés. (9) Guardarán, pues, las palabras de este pacto, y las pondrán por obra, para que prosperen en todo lo que hicieren.


BENDICIONES PARA DESPUÉS DE LEER LA TORÁ

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Después de leer o estudiar la Torá hay que acostumbrarse a bendecir el Eterno (Hashem)


En Hebreo

¡Barúj Atáh Adonai (Eterno), Eloheinu Meléj HaOlám, Asher Natán Lanú Et Torató. Torát Emét, Vejayei Olám Natá Betojeiunu. Barúj Atáh Adonai (Eterno), Notén HaTorá!


En Español

¡Bendito Eres Tú Eterno, Elohim Nuestro y Rey del universo, que nos ha entregado Su Torá, una Torá de Verdad, y que ha implantado en nuestro interior la vida eterna. Bendito Eres Tú Adonai (Eterno), dador de la Torá!



HAFTARAT KI-TAVÓ


Los Montes Garizím y Ebal allí está localizada actualmente la ciudad Árabe de Nablús (antiguo Shejem) - Y Moisés, y los ancianos de Israel le dieron al pueblo este mandamiento, diciéndoles: Ustedes han de guardar todos los mandamientos que yo prescribo hoy. (Devarim 27.1) Y Será que, si prestares atención a la voz del Eterno tu Dios, para guardar, para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también el Eterno tu Dios te pondrá alto sobre todas las gentes de la tierra (Devarim 28.1)

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LECTURA 

Haftarah - La  Haftará para la Parashá Ki-Tavó se encuentra en Isaías 60:1–22. Se trata de la sexta Haftará en el ciclo de siete Haftarot de consuelo que siguen el histórico día triste de Tisha B'Av, este ciclo nos lleva hasta el primero del mes de Tishrí, Rosh Hashaná, el año nuevo Judío.

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יְשַׁעְיָהוּ

BENDICIÓN PARA LA HAFTARÁ


Antes de leer la Haftará también, el lector o el estudiante ha de decir esta bendición:


HEBREO

¡Barúj Atáh Adonai (Eterno) Eloheinu Meléj HaOlám Asher Bájar Bin-vi-ím Tovím Ve-Ratzá Ve-Divreijem Ha-ne-Emarim Ve-Emét! ¡Barúj Atáh Adonai (Eterno) Ha-Bojer Ba-Torá Uv-Moshé Avdó Uv-Yisra’el Amó U-ninviei Ha-Emét Va-Tsedék!


ESPAÑOL
¡Bendito Eres Tú Adonai (Eterno), Elohim Nuestro, Rey del Universo, que escogiste Buenos Profetas y te complaciste con sus palabras que fueron pronunciadas con Verdad! ¡Bendito Eres Tú Adonai (Eterno), que escogiste la Torá y a Moshé tu Siervo, y a Israel Tu Pueblo, y a Los Profetas de Verdad y Justicia!


ISAÍAS 60:1–22 - (א) LEVANTATE, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria del Eterno ha nacido sobre ti.  (ב) Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá el Eterno, y sobre ti será vista su gloria. (ג) Y andarán las gentes á tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. (ד) Alza tus ojos en derredor, y mira: todos estos se han juntado, vinieron á ti: tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas sobre el lado serán criadas. (ה) Entonces verás y resplandecerás; y se maravillará y ensanchará tu corazón, que se haya vuelto á ti la multitud de la mar, y la fortaleza de las gentes haya venido á ti. (ו) Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Epha; vendrán todos los de Seba; traerán oro é incienso, y publicarán alabanzas del Eterno. (ז) Todo el ganado de Cedar será juntado para ti: carneros de Nebayoth te serán servidos: serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. (ח) ¿Quiénes son estos que vuelan como nubes, y como palomas á sus ventanas? (ט) Ciertamente á mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre del Eterno tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. (י) Y los hijos de los extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te herí, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. (יא) Tus puertas estarán de continuo abiertas, no se cerrarán de día ni de noche, para que sea traída á ti fortaleza de gentes, y sus reyes conducidos. (יב) Porque la gente ó el reino que no te sirviere, perecerá; y del todo serán asoladas.

(יג) La gloria del Líbano vendrá á ti, hayas, pinos, y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. (יד) Y vendrán á ti humillados los hijos de los que te afligieron, y á las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y llamarte han Ciudad del Eterno, Sión del Santo de Israel. (טו) En lugar de que has sido desechada y aborrecida, y que no había quien por ti pasase, ponerte he en gloria perpetua, gozo de generación y generación. (טז) Y mamarás la leche de las gentes, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo el Eterno soy el Salvador tuyo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. (יז) En vez de cobre traeré oro, y por hierro plata, y por madera metal, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus exactores. (יח) Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tus términos; mas á tus muros llamarás Salud, y á tus puertas Alabanza. (יט) El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que el Eterno te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. (כ) No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna: porque te será el Eterno por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. (כא) Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.  (כב) El pequeño será por mil, el menor, por gente fuerte. Yo el Eterno á su tiempo haré que esto sea presto.






BENDICIÓN PARA DESPUÉS DE LA HAFTARÁ


Después de leer la Haftará, el lector o estudiante de la Haftará debe recitar la siguiente bendición:


En Hebreo

¡Barúj Atáh Adonai, Eloheinu Meléj Ha-Olám, Tsur Kol Ha-Olamím Tsadík VeKól Ha-dorot Ha-Él Ha-ne’emán Ha-Omer Ve-osé Ha-medaber U-Makiyem Shekol Devarav Emét Ve-Tsedék Ne’emán Atáh Adonai Eloheinu Ve-ne’enamím Devareja Ve-Davar Ejád Mi-devareija Ajor Yashuv Reikam Ki El Meléj Ne’eman Ve-Rajamán Atáh! ¡Barúj Atáh Adonai Ha-Él Ha-ne’eman VeKol Devarav!


En Español

¡Bendito eres Tú, Adonai (Eterno), eres el Elohim Nuestro, el Rey del Universo, la Roca de las eternidades, el Justo en todas las generaciones, el Elohim (D.ios) Fiel, que Dice y Hace, que Habla y Cumple, Cuyas Palabras son Verdaderas. Fiel eres Tú Adonai (Eterno) nuestro Elohim y Tus Palabras son Fieles. Ni una sola de Tus Palabras se vuelve sin cumplirse, porque Tú, oh Elohim, Eres Rey Fiel y Compasivo! ¡Bendito Eres Tú, Adonai (Eterno, Elohai Eres Fiel en todas Tus Palabras)


HAY SEIS MANDAMIENTOS EN ESTA PARASHA


La Parashat Ki Tavó cuenta con 3 mandamientos positivos et 3 negativos:


1 Hacer la declaración al traer los primeros frutos (Las Primicias). 


2 Hay que hacer la declaración del diezmo. 


3 No comer el segundo diezmo mientras está sucio (o impuro) espiritualmente, incluso en Jerusalén, hasta que haya sido redimido. 


4 No comer el segundo diezmo mientras está de luto. 


5 No gastar el dinero de la redención del segundo diezmo para nada más que comida y bebida. 


6 Hay que imitar los caminos buenos y rectos de Dios. 



El Próximo Cuestionario Fue Preparado en las Instituciones de Ohr Somayaj en Jerusalem, Israel.

Todas las referencias son a los versos y al comentario de Rashi, a menos que se indique lo contrario.


Q & A - Quiz Preguntas y Respuestas - Ki Tavó


*Todas las referencias son a los versos y al comentario de Rashi, a menos que se indique lo contrario*

1 ¿Cuándo comenzó la obligación de traer bikurím? Deut. 26: 1 - Después de que la tierra fue conquistada y dividida.


2 Bikurím son de qué cultivos? Deut. 26: 2 - Las siete especies por las cuales Eretz Israel es alabado.

3 ¿Cómo se designa al bikurím? Deut. 26: 2 - Cuando ve madurar la primera fruta en un árbol, ata un trozo de paja para marcarla como bikurím.


4 ¿Quién sacude la canasta que contiene el bikurím? Deut. 26: 4 - El kohen pone sus manos debajo de las manos del que lo trae, y agitan la canasta juntas.


5 ¿Qué significa "Ve'Anita Ve'Amarta"? Deut. 26: 5 - Habla en voz alta. “Literalmente: Responderás y declararás”


6 ¿Qué Aramí (Arameo) "intentó destruir a mi padre"? Deut. 26: 5 - Laván.

7 ¿Cuándo durante el año pueden traer los bikurím? ¿Hasta cuándo se recitan los versos especiales? Deut. 26:11 - Los Bikurím son traídos desde la Fiesta Solemne de Shavuot hasta la fiesta de Janucá (Fiesta de la dedicación del Templo). Los versos se recitan solo hasta Sukot.


8 Cuando Alguien declara que se separó la Terumá y el Ma'aser él debe decir: "Y no me olvidé". ¿Qué es lo que ése no olvidó? Deut. 26:13 - No se olvidó bendecir al Eterno.

9 ¿Qué tenían que ver las personas judías con las 12 piedras en el Monte Eval?
27: 2 - Construye un altar.


10 Seis tribus se pararon en el monte Eval y seis en el monte Guerizím. ¿Quién y qué estaban en el medio?
27:12 - Kohaním, leviyím y el Arca Sagrada.

11 ¿Quién "hace que los ciegos se extravíen"?
27:18 - Cualquier persona que intencionalmente da malos consejos.

12 ¿Cómo se puede "golpear a otro en secreto"?
27:24 - Al calumniarlo.

13 Once maldiciones fueron pronunciadas en Monte Eval. ¿Cuál es el significado de este número? Deut. 27:24 - Cada maldición corresponde a una de las tribus, a excepción de la tribu de Shimón. Como Moshe no tenía la intención de bendecir a la tribu de Shimón antes de su muerte, tampoco quería maldecirlos.

14 ¿Por qué las ovejas se llaman "Ashterot"?
28: 4 - Porque ellos "enriquecen" (M'ashirot) a sus dueños.


15 ¿Cómo es la manera de expresar las maldiciones en la Parashat Bejukotai más severa que en la parashá de esta semana? Deut. 28:23 - En Bejukotai, la Torá habla en plural, mientras que en la parashá de esta semana las maldiciones se mencionan en singular.









RAICES SEFARADIES DOM


RETOUR AUX RACINES SEPHARADES


H’ Ehad



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ה' אחד






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