BLOG DE RAÍZ SEFARDÍ

JUDÍO NO PODÍA SER TZARFATÍ






El 27 Septiembre de 1791 es el aniversario del día en que los judíos Tzarfatíes obtuvieron la ciudadanía

¿No se podía ser Judío y ciudadano francés? En 1789, la respuesta no era evidente. En esa época había unos 40,000 Judíos residiendo en Francia, repartidos por todo el territorio. Había una comunidad sefardí, llamada judíos "portugueses" o "Sefardíes"; ellos eran los hombres y mujeres de la “Nación Portuguesa” que residía en el Suroeste (Bordeaux) y en Aviñón. Había también Judíos Ashkenazíes que oriundo de Alemania cuya lengua era el Yiddish, éstos vivían en Alsacia y Lorena, donde eran tratados muy mal. También existía una pequeña comunidad de Judíos en París, donde estaban sobreviviendo en una semi-clandestinidad. Entre todos ellos en el territorio de Tzarfat (Francia), Sólo los judíos del Suroeste (Bordeaux) y Aviñón “tenían, desde 1787, igualdad civil”.

LOS SEFARDÍES DE LA NACIÓN PORTUGUESA ERAN SOPORTADOS POR SUS RIQUEZAS Y PROPIEDADES TRANSATLÁNTICAS

Al comienzo de la Revolución Francesa, la "pregunta" importante que dividía la Asamblea Nacional Francesa; la cual se preguntaban los ciudadanos era: “¿Pueden los judíos que viven en Francia reclamar la ciudadanía?” Tuvieron ese debate político por dos años, y finalmente se decidieron el 27 de septiembre de 1791, por lo que esta fecha pasó a la historia como la fecha de la emancipación de todos los judíos que residían en el territorio como extranjeros por varios siglos.

Los Sefardíes y Anusím de España y Portugal que vivían en el SurOeste (Bordeaux) y Aviñón supieron comprar favores que les permitieron seguir desempeñando sus negocios por todo el Caribe por varios siglos: Tenían fincas en el Santo Domingo Francés (Haití), Martinica, Guadalupe, etc. Ellos eran dueño de enorme fortunas, tenían sus propios barcos para transportar sus mercancías de un lado a otro del Atlántico. Los franceses no los querían, pero los soportaban porque aportaban mucho dinero a la corona.

Cuando estalló la guerra de la Revolución, la emancipación de todos los judíos pasó a ser el caballo de batalla de varios diputados. El tema era aún más candente ya que en el verano de 1789, en Alsacia, durante el Gran Miedo, los campesinos ya antisemitas también se levantaron contra los hogares judíos.

LA INFLUENCIA DEL ACTIVISTA GRÉGOIRE

Entre los que se hacían la "pregunta judía" con mayor fuerza, estaba el padre Grégoire, que también era un activista contra la esclavitud, el fue el autor en enero de 1789 de un ensayo sobre la regeneración física, moral y política de los Judíos Tzarfatíes. Habló en la Asamblea en agosto de 1789, seguido el 14 de octubre por Berr Isaac Berry, portavoz de los judíos de Alsacia y Lorena, quien hizo eco de la violencia contra los Judíos cometida en Alsacia.

"Se recuerda que el Padre Grégoire había abogado en la Asamblea para que se escogiera un día fijo, para tener en cuenta el estado de los judíos en Francia. Tomando en cuenta el maltrato y el antisemitismo que reinaba en ese tiempo; el Padre Grégoire hasta llegó a rogarle al Rey que velara por la paz, tranquilidad y la seguridad de los judíos, en los lugares del Reino donde vivían.


LOS GHETTOS Y LA ROUELLE (INSIGNIA ANTISEMITA)

El 27 de septiembre de 1791, Adrien Duport se levantó a la tribuna de la Asamblea Nacional. Algo que no se esperaba para nada, pero lo que tenía que decir, él lo tenía muy a pecho, por lo que pudo hacerlo improvisando: Porque ya estaban hartos de los insultos, segregaciones y maltratos; ya era justo que sus compatriotas Judíos obtuvieron la ciudadanía francesa; y él consideró que la Asamblea Nacional ya se había arrastrado lo suficiente sobre el tema. Hasta entonces, la situación había sido muy diferente para ellos según los tiempos y lugares de Francia. En la Edad Media, a los judíos se les prohibía realizar funciones civiles, se les obligaba a usar la insignia “Rouelle” en la punta del sombrero. También los Judíos estaban obligados a vivir en lugares dedicados (en los Ghettos) en la ciudad. Por causa de tantas discriminaciones y maltratos algunos Judíos también se encontraban prácticamente en la calle en varias ciudades de Francia.

La palabra “Ghetto” proviene de un barrio Judío de Venecia, que luego se expandió a otras ciudades y se volvió algo infame. La Iglesia también prohibía a los judíos casarse con cristianos, ellos no podían poseer tierras llamadas cristianas y, por lo tanto, no podían ser agricultores. También se les prohibía el trabajo manual en algunas áreas. Para vivir se veían obligados a recurrir a profesiones intelectuales como la medicina o la banca. Perseguidos regularmente, tenían que esperar hasta el siglo XVIII para que se mejorase su condición de vida en general. En 1781, en Austria, José II, emperador, les otorgó la libertad de culto al mismo tiempo que los protestantes. En Francia, Luis XVI también firmó un edicto de Tolerancia en 1787.

Dos años después del comienzo de la Revolución Francesa, Adrien Duport decidió que ya la cuestión tenía que resolverse de una vez por todas. El dijo: "Creo que la libertad de religión no permite ninguna distinción en los derechos políticos de los ciudadanos debido a su creencia" y agregó: "los turcos, musulmanes, hombres de todas las sectas pueden disfrutar de los derechos políticos en Francia". . “Exijo que, en consecuencia, se decidan ya para que los Judíos también puedan disfrutar en Francia de los derechos de ciudadanía activa". Finalmente se aprobó la ley. Desde esa fecha, 1791, hasta la segunda guerra mundial cuando tuvimos que vivir el odioso paréntesis del régimen de Vichy…

¿ESTÁN LOS JUDÍOS LIBRES PARA VIVIR EN PAZ EN FRANCIA?
Afirman algunos que afortunadamente, después del terrible episodio de la Shoáh volvimos a los valores adquiridos. Hoy hay franceses de todos los tipos. Judíos o no, como también los hay religiosos o no, blancos o negros, pero todos son ciudadanos libres e iguales en derechos. Pero, ¿qué opinan las víctimas global del antisemitismo milenario? Para responder a esta pregunta sólo hay que mirar las noticias para notar que esa realidad no es compartida por los Judíos de Francia y de toda Europa; mientras tocamos el tema. De hecho, ya en muchos lugares de Europa, no se puede caminar por las calles con ningún tipo de símbolo que lo identifique a uno como Judío, por el temor de ser agredido violentamente por alguien antisemita (Musulmán o no), especialmente en Francia.

HAY DOS TIPOS: EL ANTISEMITISMO MUSULMÁN Y EL TRADICIONAL

Como Judíos ya sabemos que el antisemitismo más insidioso y el que tiene una tradición más larga en Europa es el antisemitismo de extrema derecha. Usando siempre la iconografía antisemita del Judío eterno, una iconografía del Judío usurero que está siempre preparando una invasión externa para poner en jaque la unidad nacional, étnica y religiosa; esta forma de antisemitismo está muy presente en la actualidad, como lo explica un entrevistado, respecto a la segunda pregunta. “Esta es, por ejemplo, la estrategia que están usando algunos políticos de extrema derecha, como Orbán en Hungría para atacar a la Unión Europa.

“El antisemitismo se expande como un veneno.” Estas fueron las palabras del ministro del Interior francés Christophe Castaner, al informar que, en Francia, los actos antiJudíos aumentaron en un 74% entre 2017 y 2018. Es un fenómeno que también se expande por toda Europa.

Hay en todo esto un elemento identitario, que define el antisemitismo de hoy como lo definía hace 70 años y que no viene de la comunidad musulmana ni de los que están escapando de las bombas sirias”. Sin embargo, hay que admitir que el antisemitismo más flagrante y escandaloso es el causado por los Musulmanes. ¿Cuál es la respuesta Judía al creciente antisemitismo en Europa ya sea musulmán o tradicional? Para mucha gente la respuesta es simple, unirse bajo la bandera de Israel, hacer el Aliáh (Emigrar). Irse para para la Tierra de Israel parece ser lo más lógico; aún con todos los problemas que eso implica.

El otro elemento pretexto para odiar al Judío es que hasta el Estado de Israel está sirviendo, a través del antisionismo, como un camuflaje para el antisemitismo. Hay una polarización política sin precedente, no solamente en Francia y en Europa; sino por todas partes. La derecha normal se está acercando a la extrema derecha, y la izquierda moderada a la izquierda extrema también. Entonces el judío hoy ya no tiene ningún hogar político fuera de Israel.

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