ES MEJOR SALTAR A UN HORNO DE FUEGO QUE HUMILLAR PÚBLICAMENTE A ALGUIEN
En la parashá que leimos en este Shabat, Vayeshev, cuando la Sra. Tamar fue sentenciada a muerte, en vez de humillar públicamente a Yehudá (Judá) para salvar su propia vida, ella le mandó a decir así:
“Quienquiera que sea el dueño de estas cosas, ese fue el que me dejó embarazada”
– La Señora Tamar Reunió la garantía que Yehudá (Judá) le había dado y le dio la oportunidad de elegir si él quería confesar.
Y nuestros Sabios aprenden de esta historia, que es mejor para una persona saltar a un horno ardiente que humillar públicamente a otra persona.
Los sentimientos de las personas son algo muy delicado y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar avergonzar a otra persona,
y debemos abstenernos de avergonzar a otra persona, especialmente en público.
Pero si somos capaces de vencer nuestras inclinaciones y hacer la voluntad del Eterno, seguramente seremos ricamente recompensados por ello.
Por la Rabanit Iris O Elyashiv
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