Una Plegaria # 1387 - para tener el mérito de purificar nuestros corazones de todos los shmutz y las imperfecciones mientras limpiamos nuestras casas del jametz.
Amo del Universo el que puede hacer cualquier cosa y para quien nada es imposible.
Danos el mérito de limpiar y purificar nuestros corazones en el momento en que estemos limpiando para el jametz.
Por favor responde, oh Eterno.
En el momento en que esté aquí, limpiando la casa de jametz, dame el mérito de limpiar y purificar mi corazón también, de todos los diferentes tipos de desechos y jametz que todavía existen dentro de mi corazón.
Y me alejaré de todos los diferentes tipos de desechos y de mi Pegmei habrit (imperfecciones del brit), hasta que esté completamente purificado.
Por favor responde, oh Eterno.
Dame el mérito de poder limpiar la casa de jametz, y al mismo tiempo purificar y limpiar mi corazón, de todos los diferentes tipos de suciedad, de Tuma y jametz, y Pegmei Habrit.
Y en el momento en que este limpiando la casa de jametz, merezca escuchar todas las Atzeret Hadibrot (Las Diez expreciones) de nuevo, como en el momento de Matan Torá (la entrega de la Torá).
Y que se cumpla en mí el versículo: "Me bañaré en la limpieza de mis manos y rodearé el altar del Eterno".
Y el verso: "Dijeron, el Korban Pesaj para el Eterno" que se cumpla en de mí.
Y siempre debo lavarme las manos, y tener la intención al momento de lavarme de purificar las "palmas superiores" y limpiar las manos superiores, donde este es el ajedrez y la gevurá de Adam Kadmon.
Y en el momento en que esté limpiando mi casa del jametz, purificaré las 248 extremidades superiores y los 365 tendones de Adam Kadmon.
Y debería merecer en el momento que estoy aquí purificando mi casa, tener la intención de purificar la casa "alta", donde está la raíz del Beit HaMikdash superior.
Y donde está la raíz de los kruvim (querubines), que son el tachlit (propósito) de los cielos y la tierra, el tachlit del Beit HaMikdash superior.
Y a modo de lavarme las manos con agua, continuamos [el flujo] de las aguas superiores de ajedrez, de la mano derecha de Adam Kadmon.
Y de allí fluirán todos los jasidim (bondades) para todo el año, para cada detalle, y para cada persona, para cada hombre y cada mujer, y para cada niño y niña.
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