BLOG DE RAÍZ SEFARDÍ

EL REBE SHAYALE AYUDA A UNA MUJER A DESHACERSE DE SU COMPAÑERO


EL REBE SHAYALÉ AYUDA A UNA MUJER A DESHACERSE DE SU COMPAÑERO DE VIVIENDA


Había una vez una mujer no Judía, residente de Nueva York, ella tiene un hijo que no podía vivir con ella porque tuvo que irse a la Universidad,

La joven trabajadora, que tenía un buen trabajo de agente de bienes raíces, pero aunque su salario era bueno, a ella no le alcanzaba para sobrevivir en ese lugar, si se quedaba en su vivienda actual.

Por lo que ella decidió conseguirse un compañero para compartir los gastos de la vivienda. 

Pero después de cuatro años de convivencia, ella se dió cuenta de que eso era una terrible idea, lo de una mujer soltera de compartir su vivienda con un desconocido, sobre todo, un hombre. 

Este error lo puede comenter cualquier persona no Judía; y aún las Judías que no obedecen las leyes del Yijud. Según la Halajá Judía; sólo se le permite convivir con una persona del sexo opuesto, si es su hijo, esposo, padre o abuelo; cualquier otro tipo de pariente está prohíbido; aún miembros de su familia, tales como su primo, tio, (con un hermano sólo se permite el yijud por muy corto tiempo), etc.


Pues ahí comenzó esa mujer a tener conflictos, al compartir los mismos espacios; sala, cocina, etc. con un hombre con el cual ella no tiene ningún vínculo permitido o no.

Ella quría deshacerse de su compañero de convivencia, pero él se negaba a irse. 

Un día en una conversación con su madre, ella le compartió su problema. Entoces, inesperádamente la madre le aconsejó de que colgara el retrato del Rebe Yeshaya Steiner conocido como Shayale que ella tenía en su posesión, y que le prendiera una vela; la historia no nos relata de donde ella había sacado ese retrato del Rebe, o de cómo había llegado en su posesión. Y su mamá le aseguró que de esa manera, su problema con el compañero inquilino se iba a resolver muy pronto.

La joven no entendía nada sobre ese consejo tan extraño, pero ella le obedeció a su madre, pues ya en su casa, ella colgó el retrato del Rebe Shayale en la sala como se lo aconsejó su madre y le prendió una vela.

Unos días más tarde el compañero le dijo que se iba a mudar porque habían cosas extrañas que se estaban producendo en esta casa, y él le dijo ella, quejándose de que hasta el señor del retrato, a quién ella le había prendido una vela hace una semana estaba aquí en la casa en persona. Yo me degarito de aquí, le dijo él de manera abrusca. Muy feliz del resultado de ese milagro, la joven soltera se comunicó con la comunidad Judía para compartir con los Judíos lo que le había sucedido. En sus palabras, dijo ella:
"Eso, yo no se lo contaría a nadie fuera de ustedes, porque lo más probable es que piensen que me he vuelto loca, pero sé que ustedes entenderán; por eso se lo cuento".



Relato de una mujer no Judía sobre el Rebe Shayale de Kerestir, quién la liberó de una situación de Yijud









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