BLOG DE RAÍZ SEFARDÍ

LA GUEULÁ EN LA HAFTARÁ DE BO

LA REDENCIÓN FINAL EN LA HAFTARÁ DE BO

El castigo mundial con la vara o medicina con la que se castigó a Egipto

Jeremías 46:13–28.

¿Con qué propósito Dios infligió a los egipcios con las 10 plagas que leimos en la lectura bíblica de Bo y en la Parashá anterior?

Dice Marán Ovadia Yosef que esto fue principalmente para volver a inculcarles a los Judíos la Emuná o sea fe perdida en Egipto.

¿Y para qué había que hacer sufrir a los egipcios si tan sólo era para darle fe a los Judíos? ¿Será qué no había otro forma para devolverles la fe a los Judíos, sin tener que hacer sufrir a los pobres egipcios? 

El Soberano Dios es el dueño del universo, Él tiene muchísimas formas de traer redención y devolver la fe a la gente digna; pero pensar que los egipcios eran inocentes víctimas, es un error monumental.

El gran erudito, el Rav y Marán Ovadia Yosef Zt¨l ilustra esto con una parábola: 

"Había una vez un hombre rico, cuya jovén esposa había fallecido dando a luz a su único hijo, y después de la muerte de su esposa, ése hombre rico empleo a una madre joven para que amamantara al recién nacido dándole a tomar leche materna para salvarlo y fortalecerlo de su frágil situación. 

Pero un mes después, el bebé se intoxicó y estaba en gran peligro de muerte; por lo que después de consultar a los médicos, se le prescribió un medicamento muy amargo y fuerte, cuya severidad también pondrían en peligro la vida del bebé; pero uno de los doctores le sugirió que ese medicamento funcionaría perfectamente, si la madre que a amamanta al bebé se toma ella misma la medicina y así su leche materna le transferiría la dósis adecuada al bebé, sin poner su vida en peligro. 

Sin en embargo, la joven madre se negó a injerir el medicamento argumentando que a ella se le pagaba para amamantar, no para que se tomara pociones amargas. 

Ante ese no rotundo de la mujer, el hombre no tuvo ninguna otra opción sino que demandarla, con lo que la mujer que fue juzgada en la corte; el caso le fue asignado a juez sabio, que hasta el mismo rey Salomón hubiera estado orgulloso de su veredicto, el juez comenzó por interrogar al médico; le preguntó para que explicara de como y que tipo de alimento pudo haber intoxicado al bebé, dándole esa mala indigestión; 

el médico explicó que eso pudo ser causado solamente por medio de la ingestión de alimentos malos, en mal estado y no aptos para el consumo, luego preguntó el juez: ¿Cómo pudo el infante que solo cosume leche materna intoxicarse de esa forma? La respuesta estaba clara, la mujer que amamanta el bebé comió ese tipo de alimento y se lo transfirió al bebé en su leche. Por lo que la mujer fue condenada a ingerirse el medicamento por las fuerzas y luego amamantar al bebé y se sanó el bebe."

Dice el Eterno Dios: Así que ustedes no siguirán las costumbres de Egipto, donde ustedes vivían, ni tampoco adoptarán las de la tierra de Canaán, adonde yo los llevo (Lev 18:3).

¿Cuál es la moral de esta historia? La moral de esta historia es para darnos a entender que Egipto fue esa mujer que amamtaba a los Judíos, y ella los entoxicó con sus dioses, su idolatría, sus abusos a los sirvientes y también con la inmoralidad sexual que se extendía desde los seres humanos hasta los animales en esa sociedad. 

Véase los comentarios sobre levíticos 18:3 por Rambán, Ibn Ezra y Rashi.

A ententerder que la medicina de las 10 plagas llevaban en sí varios intentos, reavivar la Emuná (la fe en el Judío), dar a saber a todos que no hay otro Dios fuera del Creador, demonstrar que la sociedad que normaliza a su gente a vivir en el libertinaje sexual y la promiscuidad tarde o temprano pagará la consecuencia, y que el abuso a la minoría o el exclavizar al extranjero Dios lo castigará.

¿Pero a qué se asemeje la lectura de la Torá de esta semana, la parashá Bo a la Haftará del mismo nombre?

En la lectura de la Torá de esta semana, leemos sobre la devastación de la nación egipcia durante las últimas tres de las Diez Plagas. En la Haftará leemos sobre el castigo que Dios les infligió a los Egipcios aún varios siglos después, por medio del rey de Nabucodonosor, el rey de Babilonia. 

¿Por qué si ya los Judíos no estaban siendo intoxicado por Egipto? 

Bueno, como dicho arriba el Eterno es el Dios de toda la creación no sólo de los Judíos, y una sociedad que nunca se arrepiente y sigue normalizando el pecado pagará la consecuencia; además Egipto era una nación, cuya influencia iba más allá de sus fronteras.

Y para demonstarle al mundo que el Eterno es el dueño del mundo, pues Dios le reveló el destino de Egipto a Jeremías el profeta varios siglos depués de que los Judíos ya tenía su propia nación, diciendo así: 

“Qué esto sea proclamado en Egipto y que se oiga en Migdol, y que se oiga en Nof y en Tahpanhés. 

Diganles: 

“Qué se inmovilicen firmemente y que se prepáren, porque la espada los va a devorar por todos lados”. 

Luego, el profeta continúa describiendo el desamparo de Egipto y la destrucción que sufriría a manos de los babilonios.

Sin embargo esta Haftará no intaba ser sólo un consuelo para aquellos que vivían en esa antigüedad remota, no, aquí la Haftará termina con la garantía de Dios al pueblo Judío para que le tengan temor a nadie fuera de Dios, porque aunque ellos también iban a ser castigados y exiliados a todos los países del mundo entero, finalmente se les asegura que Israel volvería a existir, y que los Judíos serán redimidos de todos los paises del mundo:

“¡No temas, siervo mío Jacob, ni tampoco te desmayes, oh Israel! porque he aquí, yo te redimiré a ti y a tus hijos de la tierra de su cautiverio, y Jacob volverá y estará tranquilo y en paz, y no habrá quien perturbe su descanso.
No temas, siervo mío Jacob, dice el Eterno, porque yo estoy contigo, porque acabaré con todas las naciones adonde te he arrojado."

¿Qué querrá Dios decir que acabará con todas las naciones donde los Judíos han estado viviendo en los últimos 2000 años?

Luego Jeremías se dirige a Israel y le da este breve mensaje de consuelo. Aunque Israel iba a ser exiliado al mundo entero por sus pecados, ellos serían redimidos y Dios los volvería a traer a su tierra. 

Sin embargo, el gran mensaje para las naciones donde viven los Judíos es que serán castigados con la misma vara o sea la misma medicina con la que se castigó a Egipto por haber intoxicado a la gente con su inmoralidad, y para que se entienda de que algunos de esos paises serán destruidos por sus malas acciones (por el odio, el antisemitismo, pogromos, holocausto, terrorismo, y las misapropiaciones de la Tierra Santa.)

Y a los Judíos Dios les dice: “No los dejaré impunes de castigo; por supuesto que yo los castigaré con medida, pero no los destruiré como voy a destruir a las naciones de su alrededor” (Jeremías 46:28).






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